El canto de la soprano Analía se extingue durante una presentación. Su ser se convierte en un lienzo de ritual, fragmentándose, gestando y transmutando. Este es el punto de partida de “La muerte de los espermatozoides de un forense de metro sesenta”, una propuesta operística moderna que cuenta con la composición musical de Enrique Dunn y el texto y dirección de Marta Eguilior. La pieza examina el declive de una mujer que, al perder su voz, se enfrenta al anhelo, la agresividad y la vulnerabilidad del cuerpo.
Dunn, creador de obras como “El otro mar” y “Sueños y sal”, presenta una partitura que entrelaza melodías clásicas con técnicas sonoras vanguardistas, empleando una gama que abarca desde la voz recitada hasta el canto operístico, pasando por modulaciones vocales inusuales. Eguilior, aclamada por Ópera Life como “El niño terrible de la ópera”, teje una narrativa que ahonda en la desintegración física y metafórica de la protagonista, cuya autopsia se reconfigura como un oratorio disonante. El médico forense transmuta la muerte en una fertilidad estéril, simbolizando la renuncia a toda esperanza.
La obra está protagonizada por la intérprete mexicana Rosario Aguilar, secundada por la artista argentina Verónica Navalles. El diseño de iluminación corre a cargo de Itzel Alba, mientras que el Coro Gay de la Ciudad de México LGBTIQPA+ da vida a la masa coral de espermatozoides, voces que representan el deseo y la imposibilidad de un nuevo comienzo.
“La muerte de los espermatozoides de un forense de metro sesenta” se erige como una celebración de la desolación y la magnificencia en el ocaso. Su objetivo no es escenificar la violencia, sino convertirla en resonancia y verdad escénica. La representación tendrá lugar el viernes 21 de noviembre en el Centro Cultural de España en México, con acceso gratuito y plazas limitadas, antes de su traslado al Laboratorio de Artes Escénicas de Buenos Aires en marzo de 2026.
FOTOS: CENART / Luis Salinas
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