La tradicional representación de las fiestas decembrinas, caracterizada por su follaje verde y adornos luminosos, está perdiendo terreno en el panorama europeo. Una nueva tendencia, que fusiona diseño contemporáneo, compromiso ecológico y funcionalidad, está ganando popularidad: el árbol de madera. Lo que antes era una pieza decorativa de nicho, ahora se posiciona como una alternativa predilecta tanto para núcleos familiares como para profesionales del diseño.
En escaparates de ciudades como Berlín, Madrid o Copenhague, se pueden apreciar diseños de diversas dimensiones y configuraciones. Desde estructuras sencillas compuestas por listones hasta elaboradas formas tridimensionales con iluminación incorporada. Todas ellas comparten un objetivo común: minimizar el consumo de materiales sintéticos y ofrecer un elemento decorativo perdurable, versátil y fácilmente adaptable a diferentes entornos.
La evolución de esta costumbre festiva
La adopción de esta alternativa no se limita a una simple cuestión estética. En muchos hogares, la decisión de prescindir del árbol natural o su imitación sintética emana de la búsqueda de simplificar las tareas de ornamentación y de un consumo más consciente. Los árboles de madera ofrecen la ventaja de ser ensamblados y desmantelados con facilidad, ocupan un espacio mínimo y conservan su buen estado a lo largo de los años.
Expertos en diseño a nivel europeo confirman que esta tendencia se alinea con la creciente apreciación por el minimalismo, el estilo nórdico y la predilección por los materiales auténticos. En espacios reducidos o con una estética moderna, la madera se integra de manera más armoniosa que los materiales artificiales o las ramas naturales.
Los modelos más demandados se construyen con listones de madera dispuestos en diferentes alturas alrededor de un eje central. Su diseño puede ser cónico, escalonado o incluso plano para ser colgado en una pared. Se fabrican utilizando maderas de tonos claros o materiales recuperados, y a menudo se embellecen con luces LED, cintas de colores neutros o elementos naturales como piñas o ramitas secas.
Algunos fabricantes presentan versiones desarmables que se almacenan de forma plana, facilitando así su transporte y guardado. En otros casos, se trata de estructuras permanentes que pasan a formar parte del mobiliario durante todo el año, pudiendo transformarse en estanterías o elementos decorativos una vez concluidas las celebraciones navideñas.
Una opción ecológica y sus contrastes con el árbol tradicional
El interés por estos árboles se incrementa en paralelo a una mayor conciencia sobre el medio ambiente, dada su facilidad para ser reutilizados o reciclados. Los establecimientos de decoración europeos han notado un aumento significativo en la demanda de árboles de madera en comparación con años anteriores. Los clientes valoran la posibilidad de mantener el mismo árbol durante varios años, evitando así la necesidad de realizar una nueva compra cada diciembre.
Otro punto a destacar es que el árbol convencional, ya sea de origen natural o manufacturado, se define por su densidad y su vivo color verde. El árbol de madera, por el contrario, propone una estética más depurada y contemporánea. Su intención no es replicar la naturaleza, sino ofrecer una interpretación de la misma a través de líneas limpias y materiales acogedores. La iluminación también experimenta una transformación: las guirnaldas multicolores dan paso a luces tenues y cálidas que realzan la textura inherente de la madera.
Guía paso a paso para crear tu propio árbol de Navidad de madera
- Determina las dimensiones y el diseño de tu árbol basándote en el espacio disponible.
- Corta los listones según las medidas establecidas.
- Realiza pequeñas perforaciones en los extremos de los listones y únelos a un soporte central que actuará como tronco.
- Fija los listones directamente sobre una base de madera con forma triangular.
- Inserta los listones en ranuras dispuestas en un tronco central para facilitar su desmontaje y posterior almacenamiento.
- Lija la madera hasta dejarla al natural, aplicando únicamente una capa de barniz transparente. Para un acabado más moderno o festivo, puedes pintar la madera en tonos blancos, dorados, rojos o verdes.
- Decora colgando tiras de luces LED, piñas, cintas, elementos de madera o esferas. Para un estilo minimalista, opta por luces cálidas y adornos en tonalidades neutras. Para un toque rústico, combina elementos naturales como ramas secas y piñas pintadas.
