Fortaleciendo la Resiliencia de la Ciudad de México: Prevención Ante Sismos e Inundaciones
La Ciudad de México, una metrópoli vibrante y en constante crecimiento, enfrenta desafíos significativos en su preparación ante desastres naturales. Expertos en gestión de riesgos señalan la urgencia de priorizar la prevención, enfocándose en el reforzamiento de estructuras antisísmicas y el mantenimiento riguroso de la infraestructura hídrica para mitigar los estragos de las lluvias intensas.
Las fuertes precipitaciones de los últimos años, que se extendieron de junio a septiembre, pusieron de manifiesto las carencias en el sistema de drenaje de la capital, generando severas afectaciones. La falta de inversión y el descuido en el mantenimiento preventivo se han convertido en puntos críticos que requieren atención inmediata.
La Inversión en Prevención: Un Ahorro Significativo
La doctora Naxhelli Ruiz, investigadora del Instituto de Geografía de la UNAM, enfatiza que destinar recursos a la prevención no es un gasto, sino una inversión inteligente. Se estima que el costo de la reconstrucción tras el sismo de 2017 ascendió a 14 mil millones de pesos. La doctora Ruiz sugiere que, de haberse invertido esta cantidad en medidas preventivas, el ahorro para la ciudad habría sido considerablemente mayor.
Reforzamiento Estructural: Clave Ante Sismos
Dada la naturaleza sísmica de la Ciudad de México, la inversión en el reforzamiento estructural de edificaciones es primordial. La atención debe centrarse especialmente en las construcciones anteriores a 1985, periodo previo a la actualización del reglamento de construcción, que buscó incorporar normas más estrictas para la seguridad de los edificios.
Infraestructura Hídrica y Prevención de Inundaciones
José Luis Luege Tamargo, expresidente de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), alerta sobre el abandono de la prevención en materia hídrica. La palabra “mantenimiento” parece ausente en la agenda de las autoridades actuales, a pesar de ser fundamental para el óptimo funcionamiento de las obras de drenaje. La ciudad necesita una inversión significativa en infraestructura hídrica, ya que la aportación federal en este rubro ha sido prácticamente nula en años recientes.
Además, la protección de las barrancas, mediante la limpieza de escombros y el saneamiento, es otro pilar esencial en la estrategia de prevención de inundaciones. Estas áreas juegan un rol crucial en el manejo de los flujos fluviales y en la contención de problemas de anegamientos.
Escenarios de Riesgo y Financiamiento para la Resiliencia
Para enfrentar eficazmente las diversas amenazas, la Ciudad de México debe desarrollar escenarios de riesgo detallados que permitan anticipar daños y pérdidas potenciales. La doctora Ruiz subraya que un solo instrumento financiero, como el Fondo de Atención a Desastres Naturales (Fonaden), resulta insuficiente para cubrir las necesidades.
El Fonaden, concebido como un fondo de estabilización, puede destinarse a emergencias, pero su aplicación está condicionada a una declaratoria oficial. Cuando no existe tal declaratoria, se recurre al presupuesto corriente a través del programa Tlaloque, pero con topes presupuestarios.
Ante esta realidad, la investigadora propone explorar la creación de fondos de resiliencia que cuenten con aportaciones mixtas, tanto públicas como privadas, y la implementación de fondos de transferencia de riesgos, como seguros consolidados. Un ejemplo de ello sería contratar seguros para un conjunto de edificios públicos, lo cual facilitaría la respuesta inmediata ante emergencias.
En línea con estas propuestas, Tania Larios, coordinadora de la bancada del PRI, ha anunciado la presentación de una iniciativa para establecer un Fondo de Desastres específico para la capital, destinado a atender eventos como inundaciones y heladas.
La protección de la Ciudad de México ante desastres naturales requiere un enfoque integral y proactivo. Invertir en prevención, reforzar la infraestructura y diversificar los mecanismos de financiamiento son pasos indispensables para construir una capital más segura y resiliente.
