Jorge Campos: El Portero Revolucionario que Renació la Selección Mexicana
La historia de Jorge Campos es una leyenda del fútbol mexicano, marcada por su audacia, carisma y una profunda pasión por el juego. Desde sus inicios en Pumas hasta su icónico rol en la Selección Nacional, “El Brody” desafió las convenciones y se convirtió en un símbolo de esperanza y renovación. Este artículo explora los momentos clave de su carrera y el impacto que tuvo en el balompié azteca.
De las Canchas de Acapulco a Pumas: El Sueño de un Portero
Jorge Campos, oriundo de Acapulco, llegó a la Ciudad de México con un sueño claro: jugar como portero. Su debut con Pumas en 1988 marcó el inicio de una trayectoria que lo llevaría a la cima. A pesar de la competencia interna, Campos irradiaba una energía contagiosa, siempre con una sonrisa y un chiste listo para aligerar los entrenamientos.
Un Delantero Inesperado y el Deseo de Ser Goleador
Ante las limitadas oportunidades en la portería y la presencia de Adolfo Ríos, Campos tomó una decisión audaz: solicitar jugar como delantero. Esta versatilidad le permitió, en una temporada, estar a punto de coronarse como campeón goleador, demostrando su instinto ofensivo además de sus reflejos bajo los tres postes.
El Triunfo con Pumas y el Llamado al Tri
En 1991, Jorge Campos vivió uno de los momentos cumbre de su carrera al consagrarse campeón con Pumas. Su actuación, especialmente un último tiro atajado a Alejandro Domínguez, selló la victoria y le abrió las puertas de la Selección Mexicana. César Luis Menotti, entonces director técnico del Tri, lo convocó, marcando el inicio de una nueva era.
El Partido que Cambió la Historia: México vs. Uruguay en Veracruz
Hace 34 años, un partido contra Uruguay en el Estadio Luis Pirata Fuente de Veracruz se convirtió en un punto de inflexión crucial, no solo para Jorge Campos sino para el resurgimiento de la Selección Mexicana. Este encuentro, dirigido por el debutante César Luis Menotti, vio a Campos estrenarse en la portería del Tri, luciendo de manera peculiar el número 17 y una indumentaria naranja y azul que anticipaba su estilo poco convencional.
Fernando Marcos y Alberto Fabris del Toro
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México vs Uruguay
20 noviembre 1991 pic.twitter.com/zh3uqeio8W— Joely (@Joely1984) November 13, 2025
Campos recuerda vívidamente las condiciones del encuentro: “Había mucho viento, tenía un poco de temor que la pelota se me fuera a mover mucho, pero también era un campo que conocía, ya prevenía por dónde iba a venir”.
Una Nueva Alianza y la Búsqueda de Nuevos Horizontes
Este partido también significó el inicio de la alianza con Umbro, marca que posteriormente crearía el icónico uniforme de rombos para el Mundial de Estados Unidos 1994. La nueva directiva del Tri, buscando distanciarse de intereses establecidos, optó por disputar sus encuentros en diversos estadios del país, rompiendo con la hegemonía del Estadio Azteca.
“Fue una etapa de renovación, despertamos muchos. Vino el llamado de jugadores de Pumas, a Claudio Suárez lo llamaron también para que se convirtiera en uno de los mejores en Selección, aunque no lo tenían en la primera lista”.
El Primer Gol Recibido y la Evolución del Juego
El primer gol que Jorge Campos encajó en la Selección Mexicana fue obra de Gabriel Cedres. Siete años después, un Cedres más experimentado jugaría para el América, manteniendo su potencia goleadora. El partido contra Uruguay concluyó con un empate 1-1, gracias a la anotación de Porfirio Jiménez.
Campos, con la perspectiva de los años, evalúa a sus rivales: “Uruguay era un buen equipo. Traían al portero Alves que fue Campeón de América muy grande ya en 1995. Cedres era un toro, se escapó corriendo de todos y solo frente a mi tiró por abajo”.
Hoy, México se enfrenta nuevamente a Uruguay, y aunque el contexto futbolístico ha evolucionado, aquel partido en Veracruz representa el momento en que el “Tri” volvió a abrirse al mundo, tal como el puerto de Veracruz ha sido históricamente un punto de conexión con lo novedoso.
