La tarde del 18 de noviembre, una prolongada y violenta persecución tuvo lugar en la frontera entre los estados de Puebla y Veracruz. La situación concluyó en un intenso tiroteo que resultó en el fallecimiento de varios individuos, presuntamente vinculados a un grupo criminal, en el municipio veracruzano de Mariano Escobedo.
El intercambio de disparos comenzó en la localidad de Paso Carretas, perteneciente a Atzitzintla, Puebla. Fue allí donde el Ejército Mexicano identificó varias camionetas, descritas como supuestamente blindadas de forma casera y equipadas con armamento de gran calibre.
La confrontación se intensificó al adentrarse en territorio veracruzano, específicamente en la región montañosa de Mariano Escobedo. En la comunidad de Texmola, las fuerzas federales, con el apoyo de unidades estatales, lograron repeler la agresión, resultando en la neutralización de varios sospechosos de actividades delictivas.
Al lugar llegaron refuerzos de la Secretaría de Marina, la Guardia Nacional, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública de Veracruz. Se estableció un operativo de aseguramiento perimetral y vigilancia aérea para confirmar la ausencia de otros individuos armados ocultos en el área boscosa.
Fuentes de seguridad confirmaron la incautación de diversas camionetas blindadas, algunas con evidentes daños por impactos de bala de gran calibre, las cuales serán presentadas como evidencia del enfrentamiento.
Peritos de la Fiscalía General del Estado, con jurisdicción en Orizaba y Córdoba, se encargaron de la recolección de los cuerpos. Estos fueron trasladados al Servicio Médico Forense en Orizaba para su posterior identificación.

