El universo de las frutas poco comunes es extenso y fascinante, pero pocas generan tanta controversia como el durián, reconocido mundialmente como la fruta de olor más penetrante.
Si bien su sabor es aclamado como una delicia en diversas partes del sureste de Asia, su fragancia potente, persistente y difícil de ignorar lo desaconseja para aquellos con un sentido del olfato particularmente agudo.
¿Por qué el durián presenta un desafío para olfatos sensibles?
El durián es una fruta tropical de gran tamaño, cubierta de púas y de apariencia formidable. Su denominación deriva del vocablo malayo “duri”, que significa “espina”, en alusión a su dura cubierta protectora. No obstante, su notoriedad no emana de su aspecto, sino de su aroma distintivo.
Los que han experimentado su olor lo describen frecuentemente como una mezcla de cebolla en descomposición, queso muy curado y aguas residuales. Debido a esto, el durián se encuentra restringido en establecimientos hoteleros, medios de transporte públicos y aeropuertos en varios países asiáticos, donde su mera presencia puede provocar quejas de inmediato.
Para las personas con sensibilidad olfativa, la proximidad a un durián cortado puede resultar abrumadora. Su fragancia se adhiere con facilidad a la vestimenta y a los espacios interiores, perdurando durante horas.
¿Qué es el durián y cuál es su origen?
El durián tiene su origen en la región del sureste asiático, abarcando particularmente naciones como Tailandia, Malasia, Indonesia y Filipinas. En estos territorios, se le conoce como “el monarca de las frutas”, debido a su envergadura y a su significado cultural y económico. En los mercados locales, su comercialización atrae a grandes cantidades de compradores que ven en esta fruta un alimento energizante altamente beneficioso, cargado de vitaminas, minerales y compuestos antioxidantes.
Existen múltiples variedades, pero las más buscadas provienen de Tailandia, donde el durián forma parte integral de la identidad gastronómica del país. Igualmente, en Malasia se cultivan tipos muy cotizados, como el célebre “Musang King”, valorado por su pulpa de tonalidad dorada y su sabor excepcionalmente potente.
¿En qué periodo se cosecha el durián?
El durián no está disponible durante todo el año, ya que su recolección depende de las condiciones ambientales particulares de cada zona. La temporada principal de cosecha de durián transcurre entre junio y agosto, aunque en algunas naciones del sureste asiático puede prolongarse hasta septiembre.
En áreas con climas tropicales más estables, también se dan cosechas secundarias que tienen lugar entre noviembre y enero, si bien en volúmenes menores.
