FIL Zócalo 2023: Entre Ecos Políticos y el Sueño del Lector en la Plaza de la Constitución
La vigésimo quinta edición de la Feria Internacional del Libro del Zócalo (FILZ) ha cerrado sus puertas en la icónica Plaza de la Constitución, dejando tras de sí un panorama complejo. Si bien la afluencia de visitantes fue notable en su jornada final, como es habitual en este evento cultural de gran envergadura, las voces de editores y expositores plantean una reflexión sobre la verdadera naturaleza de esta Feria Internacional del Libro.
Un Mar de Gente, ¿Un Mar de Lectores?
El Zócalo capitalino se vistió de fiesta literaria, atrayendo a miles de personas a lo largo de sus días de celebración. Las imágenes de multitudes recorriendo los pasillos, explorando las novedades editoriales y participando en las diversas actividades, transmiten una sensación de éxito indudable. Sin embargo, la pregunta que resuena entre quienes viven de la venta de libros es si esta congregación masiva se traduce directamente en ventas de libros y en un verdadero contacto con el público lector ávido de nuevas historias y conocimientos.
Según testimonios de diversos editores, a pesar del constante flujo de visitantes, la conversión en compras no siempre alcanza las expectativas. Este fenómeno plantea un debate recurrente en el mundo de las ferias literarias: la diferencia entre el público asistente y el comprador activo.
El Peso de la Política en el Programa de la FIL Zócalo
Una de las características más comentadas de esta edición de la FIL Zócalo ha sido su marcada inclinación hacia la agenda política. Los foros y presentaciones contaron con una nutrida presencia de figuras públicas y personalidades vinculadas al ámbito gubernamental. Si bien la literatura y la política a menudo dialogan, para muchos asistentes y expositores, el equilibrio este año pareció inclinarse considerablemente hacia lo segundo.
Antonio Calera-Grobet, un asiduo participante y defensor de la FILZ como plataforma de promoción literaria, ha expresado en ocasiones anteriores la importancia de mantener el enfoque en la difusión de obras y autores. La percepción generalizada en esta edición sugiere que las discusiones y los invitados tuvieron un fuerte componente político, lo que pudo haber alejado a un sector del público que busca primordialmente un encuentro con la literatura contemporánea y el debate intelectual desde otras perspectivas.
¿Un Espacio para la Promoción Literaria o un Escenario Político?
La FIL Zócalo se ha consolidado como un evento de referencia en el panorama cultural de la Ciudad de México. Su ubicación en el corazón de la capital y su carácter gratuito la convierten en un punto de encuentro accesible para un público diverso. Sin embargo, este año la crítica apunta a una posible pérdida del equilibrio entre el contenido literario y la presencia política.
La discusión sobre la industria editorial y el fomento a la lectura sigue siendo vital. Es fundamental que espacios como la FIL Zócalo sirvan como catalizadores para el descubrimiento de nuevos autores, la difusión de géneros y la conversación profunda sobre las obras que moldean nuestro pensamiento. Si bien la política puede enriquecer el diálogo cultural, es esencial garantizar que la Feria Internacional del Libro conserve su esencia: celebrar y promover la palabra escrita en todas sus formas.
La edición número 25 de la FIL Zócalo deja una vez más un saldo para el análisis. El reto para las próximas ediciones será encontrar la fórmula para atraer a un público masivo, impulsar las ventas y, sobre todo, consolidar un espacio donde la literatura sea la protagonista indiscutible, sin que los ecos de la política ahoguen las voces de los autores y el anhelo de los verdaderos lectores.
