Paul Tagliabue, una figura emblemática en la historia reciente de la Liga Nacional de Fútbol Americano (NFL), falleció el domingo a los 84 años en Chevy Chase, Maryland, debido a complicaciones cardíacas, según comunicó su familia a través del representante de la liga, Brian McCarthy. Tagliabue, quien también padecía Parkinson, dejó un legado de armonía laboral, prosperidad económica y cambios estructurales que rediseñaron la NFL durante sus 17 años como líder, desde 1989 hasta 2006.
Su gestión condujo a una de las épocas más exitosas de la liga. Tras suceder a Pete Rozelle en 1989, la NFL se consolidó bajo su dirección como el deporte predilecto en Estados Unidos. Durante su mandato, se edificaron numerosos estadios de vanguardia y se concretaron acuerdos televisivos multimillonarios que inyectaron considerables fondos a la organización y sus equipos. Un hito crucial fue la preservación de la paz laboral: en casi dos décadas al frente, la liga evitó huelgas y cierres patronales, algo extraordinario para el ámbito deportivo profesional de aquel tiempo.
El actual comisionado, Roger Goodell, quien lo sucedió y fue su pupilo, expresó un sentido tributo: “Paul fue el máximo custodio del deporte: imponente en su presencia, discreto en su trato y firme en su devoción a la NFL. Siempre le agradeceré por ser mi guía y colega. Me impartió lecciones no solo de liderazgo, sino también sobre la vida, la familia y la rectitud”.
El legado de Paul Tagliabue en la NFL
Entre sus contribuciones más significativas se encuentra la instauración de la “Regla Rooney”, una política innovadora que obliga a los equipos a considerar candidatos de minorías étnicas para las posiciones de entrenador principal y, posteriormente, para roles directivos.
Esta iniciativa, vista como un paso adelante crucial para la diversidad en el deporte, resultó en que al final de su período hubiera siete entrenadores principales pertenecientes a minorías, en contraste con uno solo al principio de su mandato. Adicionalmente, estableció una rigurosa política contra el dopaje, considerada la más estricta entre las competiciones deportivas de Estados Unidos.
La trayectoria de Paul Tagliabue en la NFL
Sin embargo, su gestión no estuvo libre de controversias. Tagliabue fue objeto de críticas por no haber abordado con mayor firmeza la problemática de las conmociones cerebrales, un tema que con el tiempo se reconoció como una crisis de salud de gran repercusión para los deportistas.
En 2017, admitió públicamente su desacierto al subestimar la seriedad del asunto en declaraciones de 1994, reconociendo que en aquel momento no disponía de la información adecuada.
Lamento profundamente mis declaraciones; fueron inapropiadas y causaron un malentendido. Parecía que estaba desestimando las advertencias, cuando mi intención era recalcar la necesidad de mejores datos y mayor consistencia en la investigación”, explicó en su momento.
Tagliabue fue incluido en el Salón de la Fama del Fútbol Americano Profesional en 2020, como parte de una clase conmemorativa especial, en reconocimiento a su papel en la expansión, modernización y consolidación de la NFL. Le sobreviven su esposa, Chandler, y sus hijos Drew y Emily.
