Tras un prolongado proceso judicial de cinco meses, un tribunal en Daca, la capital de Bangladesh, ha dictado sentencia de muerte contra la anterior líder del gobierno de la nación, Sheikh Hasina. La condena se basa en acusaciones de haber orquestado una brutal supresión de protestas que tuvieron lugar durante el verano de 2024, las cuales resultaron en la pérdida de más de 1.500 vidas, de acuerdo con datos proporcionados por la Agencia de las Naciones Unidas (ONU).
El magistrado Golam Mortuza Mozumder concluyó que Hasina es responsable de violaciones a los derechos humanos por haber incitado y ordenado ejecuciones durante las movilizaciones en contra del gobierno en 2024.
La misma pena recayó sobre el entonces titular de la cartera del Interior, Asaduzzaman Khan Kamal, quien actualmente se encuentra eludiendo a la justicia. Por su parte, el exdirector de la policía Chowdhury Abdullah Al Mamun, quien reconoció su participación en los hechos, fue sentenciado a cinco años de privación de libertad.

Hasina califica el proceso como una simulación legal
Desde su refugio en territorio indio, Sheikh Hasina difundió un comunicado criticando el procedimiento que resultó en su condena, al que describió como una simulación legal, argumentando que “la resolución estaba predeterminada”, según sus palabras.
Además, manifestó su disposición a defenderse “ante un foro judicial genuinamente neutral” y cuestionó las grabaciones presentadas por la acusación, las cuales sugieren el empleo de armamento letal contra los manifestantes.

También enfrenta acusaciones por homicidios y capturas
Según información publicada por Vatican News, además del juicio recientemente concluido, Hasina está siendo investigada por homicidios, secuestros y desapariciones forzadas de disidentes políticos.
“Una comisión de investigación reciente estimó que más de 250 individuos han desaparecido bajo órdenes de su administración. La antigua líder del gobierno, asilada en la India, continúa negando cualquier tipo de responsabilidad”, se indica.

