A menudo se dice que la dicha se encuentra en las cosas sencillas de la existencia. El ritmo frenético de la vida moderna, los desafíos que enfrentamos y las responsabilidades diarias pueden hacer que nos cueste percibirlo. Sin embargo, a veces, los animales nos recuerdan esta importante enseñanza.
Tal fue el caso recientemente en el Zoológico de San Luis, Misuri, en Estados Unidos, donde un pequeño pingüino de la especie Eudyptes moseleyi, conocido como “saltarrocas“, vivió un momento excepcional al ser rodeado por cientos de burbujas. Su reacción fue de pura efervescencia.
El video del adorable pingüino, llamado Bumi, se propagó velozmente, provocando una ola de ternura entre los usuarios de internet, quienes quedaron encantados con los saltos y la alegría desbordante de Bumi ante la cascada de burbujas. Mientras tanto, los pingüinos más experimentados observaban la escena desde la distancia, con una actitud protectora pero también admirando el regocijo del pequeño.

Una celebración de burbujas exclusiva para pingüinos
Según los informes del Zoológico de San Luis, Misuri, el personal encargó la instalación de una máquina generadora de burbujas en el área interior del Penguin & Puffin Coast. El objetivo era ofrecerles una divertida fiesta de burbujas, una experiencia que Bumi supo capitalizar al máximo, sirviendo como un recordatorio de que siempre es posible hallar deleite en las cosas más simples y cotidianas, capaces de generar momentos de grata diversión.
La eufórica experiencia de Bumi cautiva en las redes sociales con más de 16 millones de visualizaciones
El clip de Bumi y su festín de burbujas, compartido en las plataformas de TikTok, Instagram y Facebook del Zoológico de San Luis, Misuri, se volvió viral con una rapidez asombrosa. Hasta la fecha, acumula más de 16 millones de reproducciones, supera los 2 millones de interacciones y cuenta con más de 12 mil comentarios de los usuarios. Muchos expresan su admiración por la vivacidad del pingüino y el contraste entre su júbilo y la aparente compostura de sus congéneres mayores.
A continuación, algunos de los comentarios de los internautas:
- Este pequeño parece exclamar: “¡Que empiece la música! ¡A bailar!”. ¡Qué divertidísimo! Jamás había visto a un pingüino tan exultante.
- Los demás pingüinos actúan con indiferencia: “Solo son esferas flotantes, amigo”.
- Considero que abrazar a un pingüino sería una experiencia espiritualmente enriquecedora.
- ¿Dónde puedo ofrecerme como voluntario solo para dedicarme a soplarles burbujas?
- Ese es el pingüino de “Happy Feet“.
- Los pingüinos de la especie rey: “¿Qué demonios está sucediendo?”. Un pequeño pingüino de penacho amarillo disfrutando del mejor día de su vida.
- Siempre me divierto mucho observándolos interactuar con las burbujas.
- Me encanta. Los adultos están con un “meh”, mientras que el pequeño está en un estado de pura “¡ALEGRÍA, ALEGRÍA, ALEGRÍA!”.

