El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, instruyó un aumento de la presencia militar estadounidense cerca de Venezuela. Como parte de esta estrategia, un navío de guerra equipado con misiles llegó este domingo a Trinidad y Tobago, un archipiélago situado frente a las costas de la nación caribeña liderada por el mandatario Nicolás Maduro.
Trump ha intensificado su campaña de presión contra Nicolás Maduro, a quien ha señalado como parte de una organización delictiva dedicada al narcotráfico. Para reforzar esta acusación, se ha desplegado el buque militar, cuya presencia fue confirmada por la agencia AFP en la mañana del domingo, visible desde la capital, Puerto España.
La llegada del destructor USS Gravely, acompañada por unidades de infantería de marina para llevar a cabo maniobras conjuntas con las fuerzas armadas de Trinidad y Tobago, había sido comunicada previamente por el gobierno de esa nación insular, con una población de 1.4 millones de habitantes.
¿Hasta cuándo el destructor permanecerá atracado en Puerto España?
Desde agosto, Washington ha enviado buques de guerra a la región del Caribe y, desde principios de septiembre, ha estado ejecutando operaciones aéreas contra embarcaciones presuntamente involucradas en actividades de narcotráfico.

Adicionalmente, Estados Unidos ha manifestado su intención de desplegar en el Caribe el portaaviones Gerald R. Ford, el más grande del mundo. Este considerable refuerzo militar en la región ha sido denunciado por Maduro como un intento de “fabricar una nueva confrontación“.
Trump acusa al presidente venezolano de estar al frente de supuestas redes de narcotráfico, una afirmación que Maduro refuta de manera rotunda. El líder venezolano sostiene que la administración estadounidense se vale del narcotráfico como excusa para propiciar un cambio de gobierno y hacerse con las considerables reservas petroleras de Venezuela.
¿Cuántos muertos suman en los ataques de EU contra embarcaciones de drogas?
La primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, se ha mostrado públicamente como una firme defensora de Trump. Desde que asumió el cargo en mayo, ha mantenido una postura crítica hacia la inmigración y la problemática de la delincuencia venezolana en su país.
Caracas considera que el gobierno trinitense actúa en beneficio de los intereses de Washington. Se lamenta que Persad-Bissessar “invite a Estados Unidos” en lugar de “mantenerse al margen” y permitir que Washington y Caracas resuelvan su desacuerdo “sin intentar mediar”. Se describe la situación como “estar atrapado entre dos fuerzas”, según expresa un ciudadano.
Hasta la fecha, la movilización militar de Estados Unidos ha resultado en 43 fallecimientos en 10 ataques aéreos dirigidos contra presuntas embarcaciones de drogas en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico, de acuerdo con un recuento de la agencia AFP basado en datos oficiales del gobierno estadounidense.
Existen informes no confirmados de dos ciudadanos trinitenses que habrían perecido a mediados de octubre en estos ataques aéreos, según sus familiares. Las autoridades locales no han corroborado ni desmentido estas muertes. Diversos analistas han puesto en duda la legalidad de llevar a cabo acciones militares en territorios extranjeros o aguas internacionales contra individuos que no han sido previamente interceptados o interrogados.

