En un vagón de metro abarrotado en Milán durante la hora punta, donde apenas hay espacio para moverse y no quedan asientos libres, llama la atención la presencia de un individuo ataviado como Batman. La escena, que podría parecer sacada de una producción cinematográfica, es en realidad una demostración del llamado “fenómeno del héroe enmascarado”.
Lo sorprendente es la reacción inmediata de los demás viajeros: uno cede su asiento a una mujer que aparenta estar embarazada, otro saluda amablemente, y el resto se aparta para facilitar el tránsito. Este comportamiento se explica por un hallazgo de científicos de la Universidad Católica del Sagrado Corazón, con sede en Milán.
Dicho equipo de investigación descubrió que la irrupción de una figura atípica en un contexto común tiene el poder de “despertar” la conciencia de las personas, impulsándolas a actuar según las normas de cortesía aprendidas.
Mediante la observación de 138 trayectos en el metro, con y sin la presencia del personaje disfrazado, se documentó una notable disparidad. En ausencia del vigilante de Gotham, tan solo un 37% de los pasajeros ofrecía su asiento a la futura madre; sin embargo, con la aparición de Batman, este porcentaje se elevaba al 67%.
Curiosamente, un 40% de los participantes afirmó no haber percibido al individuo enmascarado. Su comportamiento más cortés se debió, en gran medida, a la influencia del entorno y a la imitación de las acciones de quienes sí lo notaron.
“Nuestra investigación aporta pruebas de que sucesos insólitos, como la aparición de alguien disfrazado de Batman, pueden potenciar significativamente las conductas amables en el día a día.
“Particularmente, constatamos que la presencia de Batman incrementaba la disposición de los pasajeros a ofrecer su sitio a una mujer que aparentaba embarazo, en comparación con la situación sin su intervención”, se desprende del documento de estudio.
Los responsables del estudio sugieren que la capacidad de estar plenamente inmersos en la situación actual y el contexto en el que uno se encuentra puede ser un factor clave para fomentar un comportamiento social más positivo y actos de generosidad.

