Contrario a la creencia popular, no todas las conexiones HDMI de un televisor son idénticas. A menudo se piensa que el primer puerto es el más crucial, pero desmitificaremos esta idea.
El término HDMI, acrónimo de High-Definition Multimedia Interface, se refiere a una entrada en tu televisor que permite la transmisión de señales de audio y video con alta fidelidad.
Diversos tipos de conexiones HDMI
La variedad de conexiones HDMI disponibles varía según la antigüedad y la generación de tu televisor. A medida que la tecnología evoluciona rápidamente, las conexiones se vuelven progresivamente más veloces.
Las versiones de HDMI disponibles incluyen:
- HDMI 1.3 (2006): Soporta 10.2 Gbps, permitiendo 1,080p a 30 fps.
- HDMI 1.4 (2009): Ofrece 10.2 Gbps y es compatible con 4K a 30 fps.
- HDMI 2.0 (2013): Transfiere datos a 18 Gbps, habilitando 4K a 60 fps.
- HDMI 2.1 (2017): Con una velocidad de 48 Gbps, soporta 4K a 120 Hz y 8K a 60 Hz.
Para los propósitos de esta discusión, el HDMI 2.1 es particularmente relevante. Aunque se introdujo en 2017, la producción de televisores con esta tecnología no comenzó masivamente hasta 2019.
Conexión óptima para consolas de última generación
Al conectar tu PS5 o Xbox de última generación a tu televisor, la opción ideal es el puerto HDMI 2.1 o HDMI 2.1 eARC. El estándar eARC se distingue por priorizar la transmisión de audio sobre la de video.
Ambas especificaciones permiten alcanzar resoluciones de 4K u 8K, con la capacidad de reproducir hasta 120 cuadros por segundo, lo que garantiza una experiencia de juego notablemente fluida.
Es fundamental conectar tu consola al puerto HDMI más avanzado que ofrezca tu pantalla. Por ejemplo, si tu televisor cuenta con puertos HDMI 1.4 y 1.3, deberías optar por el 1.4 para aprovechar al máximo el potencial de tu consola.
Finalmente, es recomendable verificar la información impresa junto a la entrada de tu televisor, aunque esto puede variar según la calidad de la etiqueta.
