Una opción de postre muy apreciada es el pastel de queso con duraznos que no necesita cocción en horno. Destaca por ser sumamente fácil de preparar, ideal para cualquier ocasión y por su delicioso sabor frutal. Su textura delicada y su aspecto vistoso lo convierten en una elección fantástica para reuniones, festividades o para darse un gusto en casa sin complicaciones.
Además, el uso de durazno, una fruta llena de nutrientes, le confiere un toque fresco a este pastel.
Cómo elaborar pastel de queso con duraznos
Para su elaboración, se requieren los siguientes ingredientes:
- 2 tazas de galletas tipo María molidas
- 1 barra de mantequilla derretida
- 2 paquetes de queso crema (aproximadamente 190 g cada uno), a temperatura ambiente
- 1 lata de leche condensada
- 2 duraznos, frescos o en conserva, cortados en cubos pequeños
- 1 durazno adicional en finas láminas para adornar
- 2 sobres de grenetina sin sabor
- 1/4 de taza de jugo de limón
- 1 taza de agua caliente para disolver la grenetina
Proceso de elaboración
Este pastel de queso se prepara de manera muy sencilla y sin necesidad de encender el horno, lo que lo hace perfecto para días cálidos o para quienes buscan recetas rápidas. Primero, se crea la base mezclando galletas molidas con mantequilla derretida. Esta mezcla se compacta bien en el fondo de un molde desmontable y se refrigera para que adquiera solidez.
Mientras tanto, el relleno se prepara mezclando queso crema, leche condensada, un toque de jugo de limón y grenetina previamente hidratada. Al incorporar los duraznos en trozos, se obtiene un sabor fresco y balanceado. Luego, se vierte esta preparación sobre la base ya firme y se deja cuajar en el refrigerador.
Para un acabado espectacular, la decoración es clave. Los duraznos en láminas se colocan en forma de círculo sobre la cobertura y, si se desea, se puede aplicar una fina capa de gelatina neutra encima para dar brillo y preservar el color vivo de la fruta. El resultado es un postre que, con poco esfuerzo, se ve elegante y muy apetitoso.
Ventajas de consumir durazno
El durazno no solo aporta dulzor natural y un aroma delicioso, sino que también ofrece beneficios nutricionales importantes. Es una fruta rica en vitamina C, vital para un sistema inmunológico fuerte y para una piel saludable, ya que participa en la formación de colágeno. Su contenido de fibra ayuda a mejorar la digestión y a prolongar la sensación de saciedad, y su aporte de potasio contribuye al buen funcionamiento muscular y a regular la presión arterial.
