Extorsión en México: Un Problema Persistente que Desafía la Estrategia Nacional
A pesar de los esfuerzos implementados, la extorsión en México continúa siendo un desafío significativo, registrando un alarmante incremento del 23% en comparación con los niveles del año 2019. Los datos recopilados entre enero y octubre de 2019, contrastados con el mismo periodo en 2025, revelan que, incluso con la puesta en marcha de una Estrategia Nacional para combatir este delito, la tendencia alcista persiste, manteniendo a la ciudadanía en un estado de alerta y vulnerabilidad.
El Panorama Actual de la Extorsión en México
La extorsión, entendida como el acto de obtener un beneficio mediante la intimidación o la amenaza, abarca una amplia gama de modalidades, desde las llamadas telefónicas amenazantes hasta las exigencias económicas directas a negocios y particulares. La persistencia de este delito, a pesar de las políticas públicas implementadas, subraya la complejidad de sus causas y la necesidad de enfoques multifacéticos para su erradicación.
Factores que Contribuyen a la Persistencia de la Extorsión
Diversos factores pueden estar influyendo en el crecimiento de la extorsión a pesar de las estrategias implementadas. Entre ellos se encuentran:
- La resiliencia de las redes delictivas: Las organizaciones criminales demuestran una notable capacidad de adaptación, modificando sus métodos y alcances para evadir los esfuerzos de las autoridades.
- La falta de denuncia: El miedo a represalias o la desconfianza en las instituciones a menudo disuaden a las víctimas de denunciar los actos de extorsión, lo que dificulta la recolección de datos precisos y la identificación de los perpetradores.
- Factores socioeconómicos: La desigualdad, la falta de oportunidades y la vulnerabilidad económica pueden ser terrenos fértiles para que prosperen actividades ilícitas como la extorsión.
- La efectividad de la Estrategia Nacional: Si bien se ha implementado una Estrategia Nacional, su alcance, recursos y métodos de ejecución son cruciales para determinar su impacto real en la contención y reducción de la extorsión.
¿Qué Implica el Incremento del 23% en la Extorsión?
Un aumento del 23% en la extorsión respecto a los niveles de 2019 no es una cifra menor. Significa que un mayor número de familias y negocios se ven afectados por este flagelo, sufriendo pérdidas económicas directas, estrés emocional y una disminución general en la calidad de vida y la seguridad. Este fenómeno tiene repercusiones directas en la economía, desalentando la inversión y el desarrollo en las zonas más afectadas.
Hacia una Solución Sostenible: Más Allá de la Estrategia Nacional
Si bien la Estrategia Nacional es un paso necesario, abordar la extorsión de manera efectiva requiere un compromiso continuo y acciones complementarias:
- Fortalecimiento de las instituciones de seguridad y justicia: Es fundamental dotar a las fuerzas de seguridad y al sistema judicial de los recursos, capacitación y autonomía necesarios para investigar y sancionar los delitos de extorsión.
- Campañas de concientización y fomento de la denuncia: Crear conciencia pública sobre la importancia de denunciar y garantizar canales seguros y confidenciales para hacerlo es crucial para romper el ciclo de miedo.
- Programas de prevención del delito y reinserción social: Atacar las raíces del problema mediante programas que ofrezcan oportunidades educativas y laborales, especialmente a jóvenes en situación de riesgo, puede ser clave para reducir la oferta de mano de obra para actividades delictivas.
- Colaboración ciudadana: Involucrar a la sociedad civil en la identificación de patrones y puntos de vulnerabilidad puede aportar información valiosa para las autoridades.
- Análisis y adaptación de estrategias: Evaluar constantemente la efectividad de las estrategias implementadas y estar dispuesto a adaptarlas ante la evolución de las tácticas delictivas es imperativo.
La lucha contra la extorsión en México es un desafío complejo que demanda una respuesta integral y coordinada. Si bien el incremento del 23% respecto a 2019 es preocupante, no debe ser un motivo de resignación, sino un llamado a redoblar esfuerzos y a buscar soluciones innovadoras y sostenibles que devuelvan la tranquilidad y la seguridad a todos los ciudadanos.
