Una reciente evaluación del Fondo Monetario Internacional (FMI) advierte sobre una tendencia global hacia niveles de deuda sin precedentes, afectando de manera particular a las naciones de América Latina. El análisis destaca a las economías con las cargas crediticias más pesadas dentro de la región, donde, contrariamente a lo esperado, Brasil, Argentina y Uruguay se posicionan al frente en lugar de Colombia o Perú. Estas tres naciones enfrentan retos fiscales comunes, si bien sus circunstancias son dispares.
Tres economías bajo presión
El informe Fiscal Monitor, publicado esta semana, anticipa que la «deuda pública mundial superará el 100% del Producto Interno Bruto (PIB) para 2029, alcanzando el punto más alto desde 1948. El documento señala que el incremento proyectado se debe a desajustes fiscales prolongados y a la restricción de las condiciones de financiamiento, previéndose una subida «más considerable y acelerada que la estimada previamente a la pandemia».
Sin embargo, tres economías destacan por encima del resto: Brasil con un 91,4% de su PIB, Argentina con un 78,8%, y Uruguay con un 66,6%. A continuación, se detallan:
- BRASIL lidera la lista, proyectándose un nivel de endeudamiento que podría ascender al 95% del PIB para 2026. A pesar de su fortaleza económica regional, el elevado gasto público estructural, las demandas sociales y las dificultades fiscales plantean un panorama complejo. No obstante, su tamaño y solvencia le otorgan credibilidad en los mercados, aunque la sostenibilidad de sus finanzas públicas sigue siendo un punto de atención.
- ARGENTINA se encuentra inmersa en un ciclo de endeudamiento y déficit. Con una previsión del 78,8% del PIB para 2026, el país se enfrenta al desafío de estabilizar su economía sin mermar el gasto social. La persistente inflación, las constantes renegociaciones con el propio FMI y la inestabilidad política dificultan la implementación de un plan económico duradero.
- URUGUAY presenta un escenario particular. Pese a que su deuda representa el 66,6% del PIB, inferior a la de sus vecinos, su menor tamaño económico hace que esta cifra sea una carga significativa. El país ha mantenido estabilidad política y financiera, pero su capacidad de maniobra es limitada. Su deuda está principalmente en moneda local, lo que reduce su vulnerabilidad a shocks externos, pero también restringe sus opciones de refinanciación. Su reto radica en mantener la disciplina fiscal sin comprometer su crecimiento.
Un reflejo del equilibrio regional
La situación regional evidencia que la deuda pública constituye uno de los mayores riesgos para América Latina. Las tres economías con mayores niveles de endeudamiento ilustran diferentes manifestaciones de una misma disyuntiva: promover el crecimiento sin perder el control de las finanzas públicas. El nivel de endeudamiento no solo refleja decisiones económicas, sino también la vulnerabilidad de modelos que aún dependen de una delicada balanza entre el gasto, la deuda y el desarrollo.
