La Cámara de Senadores aprobó, con 82 votos a favor y 34 en contra, la nueva Ley de Aguas Nacionales. El proyecto fue ratificado sin modificaciones y remitido al Poder Ejecutivo para su implementación.
La iniciativa presidencial establece una nueva Ley General de Aguas, además de modificar la Ley de Aguas Nacionales existente.
En un entorno de alta seguridad, debido a la presencia de manifestantes en el exterior, se presenció un acalorado debate entre la oposición y Morena, en el que surgieron señalamientos sobre la posesión de permisos de extracción de agua por parte de legisladores de ambos partidos.
La legislación, que altera más de 120 disposiciones, designa al Estado Mexicano como la única entidad facultada para regular el uso del agua, definiendo las responsabilidades de las autoridades en los distintos niveles de gobierno.
La modificación de 124 artículos fue aprobada en sus términos generales y específicos con 85 votos a favor y 36 en contra. Morena agilizó el proceso al omitir la revisión por comisiones y debatir directamente en el pleno.
Durante la discusión, la oposición criticó a Morena, argumentando que la reforma implicaba la expropiación de propiedades mediante el control de las autorizaciones para el uso de agua, especialmente las destinadas a la agricultura.
El enfrentamiento trajo a colación los nombres de figuras políticas, incluyendo senadores, gobernadores y exgobernadores, que poseen permisos de agua válidos. Entre ellos se mencionaron a los senadores del PAN, Miguel Márquez Márquez y Francisco Ramírez, así como a los de Morena, Óscar Cantón Zetina y Saúl Monreal Ávila.
Los partidos Acción Nacional, Revolucionario Institucional y Movimiento Ciudadano manifestaron que la reforma afectaría negativamente al sector agrícola, a los productores y a las familias mexicanas.
La normativa elimina el sistema de transferencia de derechos de agua entre particulares y establece que cualquier permiso de agua no utilizado para el fin autorizado deberá ser devuelto a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para su reasignación y mejor aprovechamiento.
En defensa de las modificaciones, el senador de Morena, Manuel Huerta, recordó que el expresidente Enrique Peña Nieto intentó privatizar el agua y que durante el mandato de Carlos Salinas de Gortari se introdujo el concepto del agua como mercancía. Acusó a la oposición de haber distribuido concesiones de manera discrecional.
La reforma integra las 50 enmiendas aprobadas por la Cámara de Diputados y introduce el concepto de reasignación, permitiendo a la autoridad hídrica disponer de los volúmenes de agua disponibles en las reservas nacionales para asignarlos o concederlos según lo estipulado en la ley y sus reglamentos.
