Mauricio Sulaimán, presidente del Consejo Mundial de Boxeo (WBC), ha respondido a la grabación que Terence Crawford difundió tras ser despojado de su título de campeón wélter por el organismo.
Esta resolución se tomó en la 63ª Convención del WBC en Tailandia, luego de que el pugilista estadounidense omitiera dos pagos reglamentarios y, según comunicó el propio WBC, cesara toda comunicación durante varios meses.
La reacción de Crawford, manifestada en un video unas horas después del anuncio, reflejó una clara frustración hacia el cinturón y las normativas de pago de cuotas en el boxeo profesional.
En su mensaje, Terence Crawford restó importancia al valor del título del WBC, cuestionó las tarifas de sanción y declaró que no se disculpará por su falta de actividad administrativa.
Sus declaraciones encontraron una respuesta inmediata en la Convención, sin embargo, Sulaimán eligió evitar una confrontación directa.
Mauricio Sulaimán resta importancia a las palabras de Terence Crawford
“Aún no lo he visto, no voy a rebajarme. Me han informado que dijo cosas muy desagradables. Terence Crawford es un atleta, y la razón de ser de la organización es el pugilista. Que Dios lo bendiga, tiene un enorme potencial, es un boxeador de élite. Si él toma sus propias decisiones, es su prerrogativa. No encontrará en el WBC a un adversario con quien debatir”, manifestó a El Heraldo de México.
Sulaimán enfatizó que la decisión de revocar el título no se debió a razones deportivas, sino al incumplimiento de normativas que se aplican a todos los campeones por igual. Señaló que el reglamento contempla una serie de deberes que los monarcas deben cumplir para conservar su estatus, incluyendo el pago de cuotas de sanción.
El directivo reiteró que el objetivo primordial del organismo es salvaguardar la integridad del deporte y garantizar la transparencia de los procesos, aun cuando esto requiera tomar decisiones complejas.
Nadie puede estar por encima de la organización, de las reglas, o de lo que es justo y correcto. No obstante, si cambia de parecer, las puertas permanecen abiertas”, afirmó el dirigente.
Sulaimán Saldivar recordó el caso de Riddick Bowe en 1992, quien desechó su cinturón del WBC durante una conferencia de prensa. Han transcurrido 33 años desde entonces, y ahora el exboxeador colabora estrechamente con el organismo y recibe apoyo económico para sortear dificultades.
