Hace dos décadas, Odín Dupeyrón, ante la escasez de trabajo, decidió crear sus propias oportunidades. Así surgió ¡A vivir!, una pieza escénica que le brindó una conexión profunda con la audiencia y la revelación de no estar solo en sus inquietudes. Si bien el guion permanece inalterado, la magia de la obra reside en la vivacidad de cada representación, impulsada por la vasta gama de emociones que evoca.
“Este proyecto me hizo ver que somos muchos los que compartimos una perspectiva similar y que buscamos lo mismo. Nació de una necesidad laboral, y su mensaje sigue vigente”, compartió el artista.
La narrativa sigue a un hombre que relata su trayectoria vital, permitiendo que audiencias de todas las edades se reconozcan en sus experiencias. Desde la inocencia infantil tratando de comprender las normas parentales, pasando por la rebeldía adolescente en busca de su identidad, hasta la adultez lidiando con el perdón y el autodescubrimiento. A pesar de la universalidad del tema, el intérprete sugiere la obra para espectadores mayores de 12 años.
“La gente se identifica porque son sentimientos que también experimento y que el público comparte. Abordo lo que me impulsa en la vida: el amor, el dolor y una multitud de sensaciones. Las expreso de distintas maneras, incluso a través de mi poesía. Solo me falta componer música, pero siempre se trata de comunicar mediante historias”, explicó.
Adicionalmente a sus producciones teatrales, Dupeyrón está desarrollando un espacio en Youtube titulado En busca de la razón, un proyecto que también propiciará la interacción con su público.

