Una minina de solo ocho meses de vida protagonizó una asombrosa odisea, emprendiendo un viaje inesperadamente extenso que la llevó a recorrer mil kilómetros de distancia de su residencia.
La peregrinación de esta felina, apodada Pepper, dio inicio en el mes de octubre. Fue entonces cuando empezó a distanciarse de la vivienda que compartía con el matrimonio Jensen, quienes se percataron de su ausencia tras unas pocas horas.
A pesar de haberla buscado exhaustivamente por todo el vecindario, no la encontraron. Lo que desconocían era que el reencuentro se produciría en un punto considerablemente alejado de su hogar, específicamente en Mission Bay, un sector de San Francisco.
“Cuando nos reunimos, maulló como si nos dijera ‘¡qué alivio que me vinieran a buscar!’. Y continuó vocalizando durante todo el trayecto de regreso, como si quisiera compartir sus vivencias. Me hubiera encantado comprender sus palabras, pero fue una experiencia maravillosa”; compartió Lindsay Jensen con la cadena CBS.
El implante electrónico facilitó la localización de Pepper
La decisión de la familia Jensen de implantar un chip de identificación a su mascota resultó ser el elemento clave para el exitoso reencuentro, evitando que su adorada minina se perdiera de forma definitiva a cientos de kilómetros de su hogar.
“¡Los microchips demuestran su eficacia! Pepper, una gatita atigrada de pelaje marrón y ocho meses de edad, fue hallada el 11 de noviembre en X King Street, ubicada en Mission Bay. Fue llevada a nuestras instalaciones por una persona de buen corazón y bajo nuestro cuidado. Un escaneo reveló la presencia de un microchip, lo cual es una noticia fantástica cuando una mascota se extravía”, comunicó el Departamento de Control y Cuidado Animal de San Francisco.
