Gideon, un perro adoptado por Hayley Glatfelter a las siete semanas de edad, se convirtió en un miembro inseparable de su familia durante seis años, actuando como un hermano mayor para los dos hijos de Glatfelter.
A través de sus plataformas digitales, Glatfelter documenta las vivencias de su mascota, subrayando el vínculo familiar que se forja con los animales. La lucha de Gideon contra el cáncer se hizo evidente una mañana al notar su familia un aliento inusualmente desagradable, sugiriendo un problema bucal.
El incidente ocurrió al regresar a casa tras una corta hospitalización de uno de sus hijos, de apenas un año. Inicialmente pensaron que podría tratarse de algún objeto atascado, pero la preocupación de que fuera algo más grave persistía.
Una batalla prolongada contra la enfermedad
Sus presagios se confirmaron al examinar su cavidad oral, donde descubrieron una protuberancia entre el paladar y la nariz. La familia, residente en Texas, se enfrentaba a un período de incertidumbre, especialmente al haber sido el descubrimiento durante el fin de semana, lo que retrasó la consulta veterinaria.
Al repasar los acontecimientos previos, recordaron un incidente en el que el perro manchó sus juguetes con sangre, atribuyéndolo inicialmente a un juego enérgico. Para el momento de la visita al veterinario, el golden retriever había experimentado una pérdida de peso de seis kilos, algo no tan evidente en animales de su tamaño.
El diagnóstico fue carcinoma de células escamosas, un tipo de tumor maligno originado en las células cutáneas y que puede manifestarse en la piel o la cavidad oral. A pesar de una respuesta inicial a la medicación, la cirugía se volvió indispensable.
Gideon fue sometido a una primera intervención quirúrgica donde se le extirpó una porción de su nariz y el tumor, realizándose también una biopsia. Los cirujanos informaron que no fue posible erradicar completamente la enfermedad, sugiriendo que disfrutaran del tiempo restante. Posteriormente, una oncóloga veterinaria sugirió una nueva cirugía, cuyo costo era considerable.
La especialista recomendó a la familia buscar ayuda económica, la cual obtuvieron de DogsLife, una entidad sin ánimo de lucro que asumió el coste total de la operación. El canino se sometió a múltiples procedimientos, incluyendo la extirpación del tumor, biopsias y una cirugía reconstructiva que afectó su nariz y labio superior.
Una nueva etapa para Gideon
Glatfelter albergaba la preocupación de que su mascota no se adaptara a su nueva realidad, pero el equipo veterinario le aseguró que la adaptación sería más significativa para la familia que para el animal.
Compartió el proceso de recuperación de Gideon, desde su salida del hospital hasta su regreso al hogar, donde experimentó una lenta pero constante mejoría. Poco a poco, retomó sus actividades, disfrutando de la compañía de su hermano canino, sus juguetes preferidos y su rutina anterior. Un punto clave de su dueña era saber si podría volver a disfrutar de nadar y buscar objetos en la piscina, una de sus actividades predilectas.
El veterinario responsable de su tratamiento confirmó a Glatfelter que Gideon podría retomar la natación sin inconvenientes, aunque sería necesario un periodo de espera para asegurar la correcta cicatrización de las heridas postoperatorias.
La historia de Gideon trascendió las visualizaciones en TikTok, sirviendo como una plataforma para generar conciencia sobre el cáncer canino y la responsabilidad de los propietarios en cuanto al cuidado y tratamiento de sus mascotas ante enfermedades o condiciones médicas serias.
Hasta la fecha, se han publicado 25 videos detallando la intensa y exitosa recuperación de Gideon frente al cáncer, además de 8 publicaciones sobre su adaptación a su nueva vida, siempre rodeado del afecto de su familia.

