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Victoria felina: Tigres asegura su cuarta corona consecutiva ante Borregos.

IOSEPHUS
3 Lectura mins.

Los Auténticos Tigres lograron una hazaña memorable en el Estadio Banorte, alzándose con el campeonato de la ONEFA al superar a los Borregos de Monterrey por 33-30. Esta electrizante final puso fin a la racha de victorias de los regiomontanos, cortando una cadena de 33 triunfos consecutivos que amenazaba con extender su dominio a un tetracampeonato.

La figura indiscutible de la jornada fue Sergio “Cacho” Reséndiz. En su último año como quarterback universitario, ofreció una actuación magistral, conduciendo a los felinos a un título que parecía inalcanzable hace poco tiempo. Su liderazgo y serenidad fueron determinantes para traer el trofeo de vuelta a San Nicolás, culminando su carrera universitaria de manera espectacular.

Una Noche Épica y un Triunfo Histórico que Rompe la Hegemonía

Los Tigres comenzaron el encuentro con un dominio arrollador. Una jugada terrestre sorpresa desarmó a la defensiva de los Borregos, permitiendo a Ángel Alvarado anotar el primer touchdown del partido en los albores del encuentro. La ofensiva mantuvo su ímpetu gracias a la efectividad del pateador Reinaldo Blanco, quien completó una actuación impecable sin fallos en sus intentos de gol de campo.

La fuerza terrestre fue la principal arma de la UANL. A través de cortes, avances y una línea ofensiva imponente, Jorge Luis De León anotó otro touchdown, ampliando la ventaja y solidificando la impresión de que los Tigres habían llegado al Banorte decididos a reclamar la victoria.

Sin embargo, cuando los Borregos se encontraban con una desventaja de 15 puntos y el panorama se tornaba sombrío, apareció el tricampeón Fernando Sarabia. Con dos pases largos espectaculares, revitalizó a la afición local, convirtiendo el estadio en un hervidero de emociones y equiparando el marcador.

El punto de inflexión llegó en una patada de campo: el balón rebotó en un jugador de los Borregos, devolviendo la posesión a los Tigres. Estos últimos supieron capitalizar la oportunidad para recuperar la delantera y no cederla más. La defensa de los felinos se mantuvo firme y sólida, protegiendo a “Cacho” y neutralizando los intentos de remontada del rival.

“Siento una gran felicidad. Son mis hermanos. Misión cumplida, no hay límite para lo que podemos lograr”, expresó un emocionado Reséndiz al recibir el trofeo de campeón.

Una noche memorable, un campeonato inolvidable y un rugido que ha puesto fin a la supremacía en el fútbol americano universitario.

OdL

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