Un joven de 11 años llamado Frankie, residente de Braintree, Essex, Reino Unido, experimentó repentinamente un dolor de garganta mientras jugaba en casa. Su madre lo llevó al médico para una evaluación.
A pesar de que el profesional de la salud lo diagnosticó con un resfriado común, atribuyéndolo a un virus, horas después de su visita al consultorio, Frankie se desplomó en presencia de su familia.
Antes de ser atendido por su madre, Keleigh Law, el niño presentaba dificultades severas para respirar. Al encontrarlo en el baño luchando por su vida cerca del inodoro, Keleigh, de 33 años, forzó la puerta ante la falta de respuesta.
Frankie perdió el conocimiento en dos minutos
La madre observó a su hijo con un aspecto aterrador; sus labios se veían grisáceos y sus ojos vidriosos mientras intentaba respirar antes de desvanecerse. El menor fue transportado de urgencia a un hospital con signos vitales muy bajos.
A pesar de recibir atención médica, Frankie falleció en el centro hospitalario. La familia del menor de 11 años no tiene claridad sobre la causa exacta de su muerte. Iniciaron una colecta en GoFundMe para sufragar los gastos del entierro. Tras la pérdida de su hijo, su madre relató la angustia que experimentó el niño.
“Entró a la sala jadeando, y el pánico absoluto en su rostro era indescriptible. Me dijo: ‘No puedo respirar’. Se revolvía en el suelo por el miedo y en dos minutos cayó en un silencio alarmante”, expresó la madre de Frankie, según declaraciones recogidas por el Daily Mail.
¿Cuál fue la causa del fallecimiento del niño Frankie tras un dolor de garganta?
Frankie-Rae Law vomitó en diversas ocasiones antes de quedar inconsciente y ser hallado en el baño de su residencia. “A la 1:40 de la madrugada aún estaba despierto. Yo estaba en la sala hablando por teléfono y él entró, haciendo tonterías y bromeando conmigo de nuevo”, recordó su madre.
“Pero entonces, a la 1:43, jadeaba como si tuviera algo atascado… Le estaban aplicando reanimación; había ocho paramédicos, la policía y el equipo de cardiología. Dijeron que tenía pulso, pero no ritmo cardíaco”, detalló Keleigh Law.
El equipo de cardiología informó a Keleigh que las probabilidades de recuperación de su hijo eran “muy bajas”, y que si sobrevivía, sufriría daños cerebrales, según señaló la madre antes de que se confirmara el deceso del menor.
