Los esfuerzos para resolver el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, que se ha prolongado por varios años, parecen haber llegado a un punto muerto. Esto se debe a las críticas del mandatario estadounidense, Donald Trump, hacia la disposición de los líderes ucranianos respecto a los acuerdos de paz.
Distintas fuentes informan que el presidente de Estados Unidos expresó que los representantes de Ucrania no han mostrado suficiente reconocimiento. Posteriormente, Trump afirmó que el presidente Zelenski tiene dos alternativas: aceptar la propuesta de paz o continuar la confrontación militar a pesar de las adversidades.
Estas declaraciones generaron reacciones de diversos actores en la esfera política global. Entre ellos, el propio Volodymyr Zelenski, quien utilizó su perfil en Telegram para reiterar su agradecimiento por el respaldo de las naciones internacionales, incluida la nación estadounidense.
“Ucrania está profundamente agradecida a los Estados Unidos, a cada ciudadano estadounidense y en particular al presidente Trump por el apoyo brindado, que, desde los sistemas ‘Javelin’, está salvando vidas en Ucrania. Agradecemos a todos en Europa, al G7 y al G20 por su contribución a la protección de vidas”, manifestó.
Avances en la iniciativa de paz
En una rueda de prensa conjunta posterior a una serie de negociaciones celebradas en Ginebra, Suiza, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, indicó que, aunque aún no se ha alcanzado un consenso, sí se han logrado progresos significativos.
“Considero que hemos logrado un avance considerable desde nuestro último encuentro. Iniciamos hace casi tres semanas con un documento base que hemos compartido y discutido con ambas partes, y hemos recogido sus perspectivas.
“Algo que se aprende tras unos diez meses de involucramiento es la gran claridad sobre las prioridades, los puntos no negociables y los temas cruciales para ambas partes”, comentó.
Entre las propuestas más controvertidas del plan presentado a las autoridades ucranianas se encuentra la posible cesión de la Península de Crimea a Rusia, territorio anexionado desde 2014. Además, se contempla la estabilización de la frontera en Zaporiyia y Jersón, la renuncia de Ucrania a integrarse en la OTAN y el compromiso de Rusia de no intentar nuevas invasiones en dichas áreas.
