Una investigación publicada en la revista Nature, titulada “Domestic dogs grieve over the loss of a conspecific”, detalla las reacciones de los animales domésticos ante la muerte de sus congéneres. Los animales de compañía a menudo forman vínculos estrechos con otros animales, interactuando y compartiendo su vida de manera similar a las relaciones humanas.
Si bien muchos observamos comportamientos en animales que sugieren una respuesta a la pérdida de un compañero, los estudios señalan que estas conductas podrían interpretarse como una reacción a la ausencia más que a la muerte en sí misma. No obstante, las demostraciones de afecto de los perros a menudo nos llevan a creer que sí experimentan dolor ante el fallecimiento de sus amigos.
Se ha difundido ampliamente un video que muestra a un perro reaccionando a los sonidos de su compañero difunto, lo que evidencia que extrañan profundamente a sus seres queridos cuando estos ya no están presentes.

La historia de este canino
Un video que se hizo viral en las plataformas digitales muestra a un perro reaccionando al escuchar los ladridos de su compañero fallecido, reproducidos por su dueña a través de un dispositivo móvil.
Las imágenes iniciales presentan a un can de talla pequeña ladrando persistentemente a uno de mayor tamaño, quien no muestra interés en jugar. A pesar de la insistencia del perro menor, el mayor prefiere mantenerse en su zona de confort.
Tras el fallecimiento del perro pequeño, su dueña reprodujo grabaciones de sus ladridos. Esto provocó una conmovedora respuesta en el perro grande, quien emitió aullidos que parecían denotar profunda pena.

¿Experimentan la pérdida de sus compañeros?
Según la investigación publicada en Nature, la respuesta de los perros ante la muerte de sus compañeros se atribuye en gran medida a su naturaleza social. La hipótesis se fortalece al observar que los animales que compartían rutinas con la mascota fallecida muestran reacciones más marcadas y prolongadas.
El estudio señala:
Estas respuestas están más ligadas al nivel de interacción entre los animales que al tiempo que convivieron. Investigaciones previas indican que los animales que cohabitan con frecuencia sincronizan sus rutinas, por lo que la ausencia de un compañero puede desorientarlos, especialmente en momentos que solían compartir: al alimentarse, dormir, jugar o al salir a pasear.
Se sugiere además que la desaparición de un compañero puede ser interpretada por los animales como una señal de peligro en su entorno, generando en ellos inquietud y temor.

