Las autoridades indias han iniciado una pesquisa sobre el fallecimiento de un joven estudiante de secundaria, de 16 años, quien tomó la decisión de quitarse la vida el 18 de noviembre, poco después de concluir su jornada escolar. Este trágico suceso ha generado gran inquietud entre padres, educadores y el sistema educativo, debido a las alegaciones de presunto acoso psicológico por parte de varios maestros a lo largo del año lectivo.
El adolescente murió al lanzarse desde la estación de metro RK Ashram, apenas unas horas después de abandonar las instalaciones del colegio. La policía ha registrado formalmente el incidente y ha suspendido a cuatro profesores mientras la investigación prosigue. Paralelamente, la institución educativa ha comenzado una indagación interna para clarificar lo sucedido.
Una mujer, identificada como Deepshika, ama de casa de 45 años, relató a medios locales que se encontró con el joven justo antes de su deceso. Ella viajaba en un vehículo de transporte eléctrico junto a su hijo y otro estudiante, momento en el cual el adolescente abordó el vehículo visiblemente afligido.
Según su declaración, recogida por The Indian Express, el estudiante le pidió de manera apremiante al conductor que lo dirigiera hacia la estación RK Ashram. Durante el trayecto, la testigo notó que el menor lloraba inconsolablemente. Ante la situación, le consultó qué le ocurría.
Testimonio clave de una pasajera

Fue en ese momento que el estudiante compartió detalles de su experiencia académica: “Expresó que lamentaba haberse matriculado en esa escuela, que los maestros lo sometían a una presión constante y que, ante cualquier eventualidad, insistían en contactar a sus padres. También mencionó los nombres de cuatro docentes”, según el relato de la testigo.
Deepshika añadió que el adolescente repetía que había sido “maltratado” a lo largo del año, utilizando esa palabra para describir las severas reprimendas, las vergüenzas públicas y las comunicaciones continuas con sus progenitores. La mujer recordó que, a pesar de los intentos de ella y su hijo por consolarlo, el joven persistía en un estado de profunda aflicción.
Presión académica y angustia familiar

El estudiante también comentó sobre su padre, un empresario que frecuentemente trabajaba fuera de la región. De acuerdo con el relato, el menor manifestaba gran preocupación por la intensa presión que ejercían sus profesores sobre él y por la dificultad que representaba para sus padres asistir continuamente a la escuela debido a sus compromisos laborales.
“Cuando mi hijo le preguntó sobre los profesores, él empezó a llorar más intensamente”, confesó Deepshika. A pesar de sus esfuerzos por animarlo, el adolescente seguía secándose las lágrimas mientras señalaba que faltaba poco tiempo para los exámenes finales, lo que acrecentaba su sentimiento de agobio.
La testigo relató que se bajó del transporte una parada antes de llegar a la estación RK Ashram. Antes de descender, consultó al joven si tenía dinero para pagar el pasaje; al responder negativamente, ella le proporcionó 10 rupias. Poco después, alrededor de las 14:45, el muchacho llegó a la estación y se arrojó desde el andén.
Al examinar la mochila del estudiante, las autoridades descubrieron una carta póstuma en la que detallaba meses de supuestos abusos dentro de la institución educativa. El escrito describía humillaciones continuas, vergüenzas ante sus compañeros y una carga académica que, según él, se volvió insoportable.
En la carta, volvió a mencionar a cuatro docentes y solicitó que se tomaran medidas contra ellos por el sufrimiento que había padecido. También se dirigió a su familia, a quienes pidió perdón, en particular a sus padres y a su hermano mayor. En una sección, expresó su deseo de que ningún otro estudiante tuviera que atravesar una situación similar.
Indagación policial sobre cuatro educadores

Tras la denuncia formal interpuesta por el padre del joven, la policía de Delhi ha iniciado una investigación oficial. Como medida inmediata, el centro educativo ha suspendido a cuatro de los profesores señalados en la carta. Las autoridades educativas han anunciado una revisión exhaustiva de los procedimientos disciplinarios, los protocolos de apoyo al alumnado y los canales de reporte de incidencias dentro de la institución.
La policía ha solicitado además documentación escolar, registros de asistencia, historiales de citaciones a padres y cualquier otro material relacionado con la interacción del estudiante con los profesores implicados. Adicionalmente, se ha emprendido un análisis psicológico y académico para determinar si existían antecedentes de estrés, acoso escolar o algún tipo de abuso sistemático.


