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Desvela Heath maniobras de extorsión y bajo desempeño en precios

IOSEPHUS
4 Lectura mins.

Inflación en México: Extorsión y Poca Competencia, los Villanos Ocultos Según el Banxico

La persistente lucha contra la inflación en México tiene raíces profundas y complejas. Más allá de las variables macroeconómicas tradicionales, el Banco de México (Banxico), a través de las palabras de su subgobernador Jonathan Heath, señala dos factores estructurales que actúan como verdaderos lastres para la estabilidad de precios: la extorsión y la falta de competencia en diversos sectores.

Heath, una figura clave en la política monetaria del país, ha puesto de manifiesto cómo la inseguridad, y en particular la práctica de la extorsión, se ha convertido en un “piso” para muchos precios. Esto significa que, independientemente de la oferta y la demanda o los costos de producción, la amenaza latente de la extorsión impone un sobrecosto mínimo, elevando artificialmente los precios y dificultando su descenso.

El Impacto de la Inseguridad en los Precios

La inseguridad en México no es solo un problema de orden público; tiene consecuencias económicas tangibles. La extorsión, una forma de crimen organizado, obliga a empresarios y comerciantes a pagar cuotas para operar, lo que inevitablemente se traslada al consumidor final. Este fenómeno distorsiona el mercado y crea una barrera invisible que impide que los precios reflejen su verdadero valor de mercado.

Esta realidad, que Jonathan Heath identifica como un problema estructural, contribuye significativamente a mantener la inflación en niveles elevados. Las empresas, al verse obligadas a destinar recursos a protegerse de la extorsión, tienen menos margen para innovar, invertir o, crucialmente, reducir sus precios.

Competencia: Un Motor Imprescindible para la Estabilidad de Precios

Otro pilar fundamental, y a menudo ausente, en la ecuación de la inflación es la competencia. La falta de competencia en muchos mercados mexicanos permite a las empresas existentes mantener precios elevados, sin la presión necesaria para ofrecer mejores ofertas a los consumidores. Cuando hay pocos actores en un sector, la innovación se ralentiza y la eficiencia se ve comprometida, lo que se traduce en precios menos atractivos.

La ausencia de una competencia real debilita la capacidad del mercado para autorregularse y para responder de manera ágil a las fluctuaciones económicas. Esto, combinado con el lastre de la extorsión, crea un entorno propicio para la persistencia de la inflación.

Soluciones Estructurales: Más Allá de la Política Monetaria

Las declaraciones de Jonathan Heath resaltan la necesidad de abordar estos problemas desde una perspectiva más amplia que la simple política monetaria. Si bien el Banxico utiliza herramientas como las tasas de interés para controlar la inflación, la efectividad de estas medidas se ve mermada cuando los factores estructurales, como la inseguridad y la falta de competencia, siguen operando con fuerza.

Para lograr una inflación baja y estable a largo plazo, México necesita implementar políticas públicas que fortalezcan el estado de derecho, combatan eficazmente la extorsión y fomenten un ambiente de competencia sana y equitativa en todos los sectores de la economía. Solo así se podrá liberar el potencial de crecimiento y bienestar para todos los mexicanos, alejando la sombra de la inflación impulsada por estas causas estructurales.

aMR

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