La paralización de la administración federal más prolongada en la historia de Estados Unidos ha llegado a su fin, luego de que la cámara baja, donde la facción republicana consiguió evadir las exigencias primordiales de los demócratas, diera luz verde a una resolución provisional.
El resultado favorable de la votación (222 contra 209) se concretó después de que el presidente de la cámara baja, Mike Johnson, representante republicano por Luisiana, reanudara las deliberaciones en la cámara de mayoría republicana, marcando el fin de un lapso de inactividad excepcionalmente extenso e inesperado, el cual se había iniciado el 19 de septiembre.
Después de 43 jornadas de interrupción parcial, la dinámica del Congreso, donde los republicanos ostentan una mayoría escasa, se inclinó a su favor, evidenciando una cohesión de voto superior en ambos recintos.
Por su parte, los demócratas se mostraron divididos entre un sector dirigencial que buscaba mantener la presión sobre el ejecutivo y otros congresistas de corte moderado que optaron por desmarcarse y alcanzar acuerdos bajo ciertas condiciones.
El Senado había dado su aprobación a la misma normativa el lunes, cuando ocho demócratas se unieron a los republicanos para superar el estancamiento legislativo y poner término a la crisis gubernamental.
La propuesta legislativa ha sido remitida al despacho del presidente Donald Trump para su ratificación como ley, lo que permitirá la reapertura de las agencias y la reactivación de los fondos previamente suspendidos.
El lunes, el Senado votó a favor de la resolución del impasse, con el apoyo de ocho legisladores demócratas y la objeción de un único congresista republicano.
Previamente a la votación, Johnson emitió una disculpa a la ciudadanía estadounidense por la interrupción de las actividades gubernamentales, atribuyendo a los demócratas la responsabilidad de las cancelaciones de vuelos, la falta de pago a millones de empleados públicos y las dificultades económicas de numerosas familias.
Manifestó que la bancada demócrata en el Senado había impedido la aprobación de una ley de financiamiento gubernamental en 14 ocasiones antes de finalmente ceder.
Los intensos esfuerzos de los demócratas por reabrir el debate sobre el financiamiento de la asistencia sanitaria no tuvieron éxito.
El Senado optó por devolver a la cámara baja un texto que no implicaba compromisos en este aspecto. Los republicanos se limitaron a plantear la posibilidad de un debate posterior, de corto plazo, sobre el apoyo a millones de ciudadanos para cubrir sus gastos médicos.
El acuerdo contempla la aprobación de un paquete de tres proyectos de ley de asignaciones presupuestarias hasta septiembre, manteniendo la operación del resto de la administración con los niveles de gasto actuales hasta el 30 de enero.
Se incluye la financiación íntegra del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), comúnmente conocido como “cupones de alimentos”, asegurando su continuidad hasta septiembre. Más de 40 millones de estadounidenses dependen de este programa.
Algunos beneficiarios informaron a NBC News haber experimentado escasez de alimentos debido a la paralización del gobierno.
MAAZ

