Lavar y secar prendas de cama gruesas en invierno presenta un desafío debido al tiempo que requiere. No obstante, existe un método casero efectivo para dejarlas como nuevas sin necesidad de usar la lavadora.
La técnica consiste en emplear bicarbonato de sodio y sal gruesa, contenidos en pequeñas bolsas de tela, las cuales se colocan sobre la cubierta del edredón.
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¿Cómo es el truco casero para limpiar los acolchados?
Tanto el bicarbonato de sodio como la sal poseen cualidades que ayudan a eliminar malos olores, absorber la humedad y combatir microorganismos, resultando en ropa de cama fresca y lista para usar.
Cómo se hace el método, paso a paso
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Prepara las bolsitas: usa una tela fina (puede ser gasa o un pedazo de sábana vieja).
- Agrega los ingredientes: coloca dos cucharadas de bicarbonato de sodio y dos de sal gruesa en el centro de la tela.
- Cierra bien las bolsas con hilo o una bandita elástica para que el contenido no se derrame.
- Distribuirlas sobre el acolchado, especialmente en las esquinas y el centro.
- Deja actuar entre 24 y 48 horas. Después de ese tiempo, el acolchado recuperará su frescura y suavidad.
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El bicarbonato de sodio ayuda a disminuir la humedad y neutraliza los olores desagradables, previniendo la sensación de encierro. Por su parte, la sal gruesa contribuye a eliminar bacterias, repeler la humedad y mantener un entorno más seco y puro.
