Una residente del condado de Orange, Florida, en Estados Unidos, alega haber sufrido heridas severas después de ser golpeada por un ave mientras se encontraba en la atracción Mako. Según documentos judiciales presentados recientemente, el suceso ocurrió el 24 de marzo y provocó que la persona perdiera el conocimiento, además de causarle lesiones de consideración.
La persona afectada está reclamando una compensación de al menos 50,000 dólares por daños sufridos, argumentando que el recinto recreativo no garantizó la seguridad de sus instalaciones y no advirtió sobre los peligros que conocía o debió haber conocido.
La denuncia sostiene que la atracción generó “una zona de riesgo para las colisiones con fauna aviar” debido a factores relacionados con su ubicación y diseño. Entre los argumentos presentados, se menciona la elevada velocidad de la montaña rusa, la cual magnifica la fuerza de cualquier impacto con aves.
¿Fue el parque responsable del incidente con el ave?
Se menciona la cercanía de la atracción a masas de agua, lo que aumenta la probabilidad de encuentros con aves acuáticas; así como el emplazamiento de la montaña rusa dentro de territorios habitados por estas especies. Adicionalmente, se sugiere que el diseño del recorrido podría desorientar a las aves, elevando el riesgo de choques.

El impacto con el ave dejó a la mujer con secuelas físicas y emocionales de notable gravedad. La demanda detalla que la víctima experimentó daños permanentes, sufrimiento y dolor, tanto físico como psicológico, una reducción en su calidad de vida, limitaciones en sus actividades diarias y un empeoramiento de condiciones médicas previas.
Los representantes legales de la demandante afirman que estas repercusiones son una consecuencia directa de la inacción del parque recreativo para mitigar riesgos evidentes asociados a la operación de la atracción.
El parque no se ha pronunciado oficialmente
Hasta la fecha, el parque no ha emitido ninguna declaración respecto a la acción legal. Mientras tanto, el proceso judicial avanza en el condado de Orange, y se espera que los tribunales dictaminen si la compañía puede ser considerada responsable por un evento tan inusual, pero potencialmente evitable, que resultó en un daño físico y emocional significativo para la persona afectada.

