El Toluca se presentó en el Estadio Jalisco el 1 de noviembre de 2025, disputando la jornada 16 contra el Atlas de Guadalajara. Sin embargo, su aparición no fue la habitual; en lugar de su vestimenta tradicional, optaron por lucir máscaras de criaturas fantásticas para celebrar el Día de Muertos y, al mismo tiempo, rendir homenaje a su entrenador, Antonio Mohamed, apodado “El Turco”.
Este gesto evocó la memoria de la memorable etapa vivida por el equipo Toros Neza en el Estado de México. Aquel legendario conjunto contó con la participación de figuras destacadas como Miguel Herrera, Pablo Larios, Memo Vázquez y Rodrigo “Pony” Ruiz, además del propio Turco.
¿Cuál era la peculiaridad de Toros Neza?
La imagen de jugadores como Paulinho, Claudio Baeza y el resto de la plantilla de los escarlatas ataviados con atuendos que representaban desde vampiros hasta hombres lobo, trajo a la memoria las singulares acciones del inolvidable Toros Neza del torneo Verano 97. En aquel conjunto de culto, donde Antonio Mohamed brilló como figura y capitán, la audacia era una constante.
El Toros Neza se distinguió por sus llamativos peinados, sus festejos con bailes y, de manera especial, por la ocasión en que, durante una Liguilla, aparecieron en el campo con disfraces de personajes tan variados como Bart Simpson, Freddy Krueger, los integrantes de KISS, Spiderman e incluso un reconocido político de la época, Carlos Salinas de Gortari.
¿La razón de los disfraces de los jugadores de Toluca?
Si bien la fecha de Halloween y el Día de Muertos en México fue el motivo principal, la iniciativa del Toluca, que bajo la dirección de Mohamed ha recuperado su mística, evidenció que el espíritu del Turco permanece intacto. Mohamed, quien fue el impulsor de esas audaces presentaciones en Neza, infundió en sus Diablos Rojos una energía de alegría que se manifiesta en cada celebración, documentada a través de las redes sociales.
El hecho de que este homenaje tuviera lugar en el mismo Estadio Jalisco, escenario de numerosas proezas de Toros Neza, incluyendo su célebre salto con sombreros antes de un partido, añadió una dimensión simbólica. El Turco no pudo evitar sonreír ante las ocurrencias de su equipo, pero también porque revivió uno de sus momentos deportivos más memorables.
