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Ofrendas de Muertos: Ritos, Altares y su Esencia Cultural

IOSEPHUS
4 Lectura mins.

Cada 2 de noviembre se celebra en México el Día de Muertos, una ocasión para honrar la memoria de aquellos que han partido y cuyo recuerdo perdura gracias a su influencia y a lo que representaron en vida.

Algunas personas distinguen que el 1 de noviembre se dedica a los Fieles Difuntos, mientras que el 2 de noviembre es propiamente el Día de Muertos.

Originaria principalmente de México, esta festividad se ha consolidado como un rasgo identitario del país, extendiéndose también a otras naciones como Guatemala y Belice.

Significado y simbolismo

La tradición popular indica que durante estos días, los espíritus de los fallecidos tienen la oportunidad de regresar al mundo de los vivos para compartir tiempo con sus seres queridos.

Se cree que el retorno de los difuntos ocurre de manera escalonada: las mascotas el 27 de octubre, aquellos que murieron en percances el 28, los niños el 29, y el 2 de noviembre se dedica a todos los fallecidos en general.

Componentes emblemáticos del Día de Muertos

Flor de cempasúchil: Conocida como la “flor de los muertos”, su nombre deriva del náhuatl y significa “veinte flores”. Es el elemento floral por excelencia de estas celebraciones.

Pan de muerto: El manjar más característico de la festividad. La versión azucarada, con forma de cruz que evoca huesos, es la más común y se encuentra disponible en diversos comercios durante octubre y noviembre.

Calaveras de azúcar: Fabricadas principalmente de azúcar, aunque también existen versiones de chocolate. Suelen llevar inscritos nombres en la frente.

Papel picado: Con raíces ancestrales, este decorado se agita con la brisa, representando el movimiento de los espíritus al regresar.

El altar de ofrendas

En México, muchas familias erigen altares adornados con flor de cempasúchil y objetos que rememoran los gustos de los difuntos, como sus comidas y bebidas predilectas.

Existen variaciones de altares según la cantidad de niveles que presentan. En Oaxaca, por ejemplo, son comunes los que poseen entre 5 y 9 niveles.

Entre los elementos más habituales en los altares se encuentran: atole, velas, tamales, naranjas, pan de muerto, retratos de los fallecidos y el distintivo camino de pétalos de cempasúchil.

Manifestaciones y festejos

Las prácticas más extendidas durante el Día de Muertos incluyen la visita a cementerios, la preparación de altares, el consumo de pan de muerto y el recuerdo de los seres queridos a través de fotografías y objetos entrañables.

Calaveritas literarias: Composiciones poéticas, a menudo con un toque humorístico, dedicadas a personas específicas.

Desfiles: Desde 2016, la Ciudad de México acoge un desfile de Día de Muertos que ha atraído a un gran número de visitantes, tanto nacionales como extranjeros.

Maquillaje de calavera: Muchas personas se pintan el rostro simulando una calavera y adornan su cabeza con flores como parte de la celebración.

Distinción con Halloween

A pesar de la confusión que a veces surge en algunos países, el Día de Muertos y Halloween son celebraciones con orígenes y significados distintos. El Día de Muertos es una milenaria tradición mexicana en honor a los difuntos, mientras que Halloween tiene raíces celtas y anglosajonas.

Relevancia cultural

Esta conmemoración es considerada la más emotiva de México y ha ganado prominencia internacional en años recientes, siendo objeto de publicaciones en diversos idiomas que explican sus ricas tradiciones.

 

OdL

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