Un video que circula en internet ha desatado comentarios sobre fanatismo religioso. En él se observa a un joven que se ha perforado los pómulos para insertar instrumentos musicales como una forma de adoración a los que ellos denominan los Nueve Dioses Emperadores.
Los expertos en asuntos de fe explican que estos individuos, conocidos como “mah song” o “servidores divinos”, aparecen anualmente desde 1825 en la isla tailandesa de Phuket. Esto ocurre durante el Festival Vegetariano, una arraigada tradición que fusiona creencias religiosas, prácticas de purificación y demostraciones extremas de devoción.
Este evento, que se extiende por nueve días y comenzó el 8 de octubre, congrega a miles de devotos en el templo Loem Hu Thai Su. Algunos de ellos participan en rituales que sobrepasan los límites físicos y espirituales, como se evidencia en el material audiovisual compartido en redes sociales. En él, un hombre se perfora el pómulo derecho para sujetar una guitarra eléctrica y el pómulo izquierdo para colocar un violín.

El sacrificio físico como vía de purificación espiritual
Las imágenes muestran a estos devotos atravesándose las mejillas no solo con instrumentos musicales, sino también con objetos como escuadras, espadas, dagas, cañas de pescar y una gran variedad de artefactos.
Según sus creencias, el sufrimiento es un camino hacia la purificación y un acto de renuncia personal destinado a expiar las culpas de la colectividad. Se afirma que los mah song son poseídos por los espíritus purificadores de los Nueve Dioses Emperadores, quienes les otorgan protección contra el dolor y las secuelas físicas.
Más allá de las impactantes perforaciones, el festival posee un profundo significado espiritual. Durante estos nueve días, los participantes, al igual que una parte considerable de la población local, deben abstenerse de consumir carne, bebidas alcohólicas y de tener relaciones íntimas, con el propósito de lograr la santificación del cuerpo y el espíritu. Las ceremonias se desarrollan en seis templos de Phuket, y cada participante selecciona sus propios elementos para la perforación, en una especie de competencia por exhibir los adornos más llamativos o singulares.

Entre melodías tradicionales, desfiles y estallidos de fuegos artificiales, el acontecimiento transforma la ciudad en un espectáculo vibrante y lleno de energía. A pesar de su carácter extremo, la festividad atrae anualmente a cientos de miles de visitantes, cautivados por su combinación de misticismo, herencia cultural y exhibición. De acuerdo con la oficina de turismo de Phuket, esta afluencia representa un estímulo económico considerable para la región, particularmente en un período de recuperación para el sector turístico.
De este modo, entre el padecimiento y la fe, el Festival Vegetariano de Phuket se mantiene como una manifestación de la devoción y la fortaleza espiritual del pueblo tailandés.

