Una oficial de policía de la ciudad de Nueva York, Alicia Stone, falleció tras someterse a procedimientos de cirugía estética, específicamente un aumento de glúteos y liposucción, en Colombia. Su familia ha iniciado acciones legales contra la clínica y solicita una investigación exhaustiva, ya que se les informó de una muerte inesperada.
Los informes preliminares indican que la mujer, de 40 años, tuvo que ser trasladada de urgencia a un hospital. Fue encontrada sin conocimiento en su habitación de hotel el jueves, aproximadamente una semana después de la intervención quirúrgica.
La mujer falleció al llegar al hospital y se le diagnosticó como causa un paro cardíaco no especificado. Su esposo, Michael Stone, ha rechazado esta explicación y ha solicitado un nuevo peritaje médico, pidiendo a las autoridades que investiguen la muerte de la madre de sus tres hijos, ocurrida en el Hospital Fundación Valle del Lili en Cali.
El esposo de Alicia exige una nueva autopsia, pues rechaza la explicación de “muerte repentina” tras cirugía estética
Los eventos se remontan al 16 de octubre, día en que se realizó la liposucción y transferencia de grasa en los glúteos. Durante su recuperación, estaba tomando anticoagulantes y analgésicos, y descansaba en un hotel, según declaró su esposo.
Stone buscará una autopsia que determine las verdaderas causas de la muerte inesperada. En declaraciones a los medios locales, manifestó:
“El médico que me llamó desde Colombia me acaba de llamar y me dijo que mi esposa acaba de fallecer (…) Ella no tenía ninguna información que decirme cuando le pregunté… Algo simplemente no cuadra”, dijo Michael
¿Quién era Alicia Stone, quien murió después de una cirugía estética en Colombia?
Tras su fallecimiento, la comunidad ha expresado su indignación y ha iniciado una colecta de fondos para cubrir los gastos funerarios. Un participante la describió como una “madre amorosa de tres hijos y servidora pública dedicada a su carrera y a servir a los demás”.
Stone prestó servicio durante 13 años en el Departamento de Policía de Nueva York, desempeñándose como detective en la Oficina de Asuntos Internos. Tras su deceso, las autoridades de su país se comunicaron con la Policía Nacional de Colombia, el Departamento de Estado de Estados Unidos y un funcionario consular para examinar a fondo el caso de la ciudadana.
