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Motivos de la lesión del manguito rotador: etiología, terapéutica y profilaxis

IOSEPHUS
4 Lectura mins.

La articulación del hombro, notable por su extensa movilidad y complejidad, es susceptible a daños. Su amplia amplitud de movimiento, aunque beneficiosa, lo expone a lesiones. Estas pueden variar desde incomodidades menores hasta incapacidades significativas, afectando tanto a atletas como a individuos en sus tareas diarias, ya sea por el uso prolongado de ordenadores o al transportar cargas.

Si bien las lesiones que afectan al manguito rotador son ampliamente reconocidas, no son la única fuente de dolor o pérdida de flexibilidad. Diversas condiciones pueden manifestarse con síntomas similares, requiriendo un enfoque diagnóstico y terapéutico específico para evitar complicaciones o intervenciones erróneas.

Identificando problemas en el manguito rotador

Entre las afecciones comunes se encuentra la bursitis subacromial, caracterizada por la inflamación de las pequeñas bolsas sinoviales que facilitan el deslizamiento entre tendones y tejido óseo. Otra es la tendinitis del bíceps, frecuentemente observada en personas que repiten movimientos del brazo, como al alzar objetos o en disciplinas deportivas que implican lanzamientos.

El síndrome de compresión subacromial, donde los tendones o las bursas son apretados durante la elevación del brazo, resultando en dolor e inflamación, también es muy frecuente. El llamado hombro congelado o capsulitis adhesiva, que provoca una rigidez creciente y una disminución de la capacidad de movimiento, es otra patología habitual.


Las dislocaciones o subluxaciones, derivadas de movimientos bruscos o caídas, pueden desalinear parcial o totalmente el hueso del brazo de su cavidad. Por otro lado, la artritis y la artrosis en la articulación del hombro surgen del deterioro del cartílago articular, causando dolor crónico y limitación funcional. En escenarios más críticos, las fracturas por impacto directo también son una causa de dolor persistente.

Es crucial tener en cuenta que el malestar en la zona del hombro puede no tener su origen ahí; en ocasiones, se trata de dolor referido que emana del cuello o de la compresión de nervios.

Abordando la recuperación de lesiones del manguito rotador

Dado que muchas de estas condiciones comparten manifestaciones similares, como dolor al mover el brazo, dificultad para levantarlo o molestias nocturnas, es esencial un diagnóstico certero. Una evaluación clínica exhaustiva, complementada con estudios de imagen si es necesario, es fundamental para determinar la causa precisa del padecimiento.

El abordaje terapéutico puede abarcar desde medidas conservadoras, como reposo moderado, aplicación de frío y el uso de fármacos antiinflamatorios, hasta programas de rehabilitación física diseñados individualmente para restaurar fuerza y flexibilidad. En casos de mayor gravedad o que no responden al tratamiento inicial, pueden ser necesarias infiltraciones o intervención quirúrgica. El objetivo primordial va más allá de aliviar el dolor; busca la completa restauración de la funcionalidad del hombro y la prevención de futuros incidentes.

La estrategia más efectiva para eludir percances es el fortalecimiento de la zona. Incorporar rutinas de ejercicio que potencien los músculos del hombro y la espalda, mantener una postura correcta durante las actividades laborales o deportivas, y evitar movimientos repetitivos sin pausas adecuadas son medidas de gran importancia. Asimismo, adoptar prácticas ergonómicas, como ajustar la altura de la estación de trabajo o utilizar mobiliario de apoyo adecuado, puede disminuir de manera considerable la tensión acumulada.

OdL

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