El 26 de octubre, la Orquesta de Cámara de Bellas Artes (OCBA), bajo la batuta de Luis Manuel Sánchez, presentará en la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes un recital titulado Jóvenes compositoras. Este evento destacará las creaciones originales de cinco talentosas autoras de México, Argentina y Colombia —Sonia Rodríguez, Paulina A. Monteón, Melissa Vargas, Estrella Cabildo y Cecilia Pereyra—. Dichas piezas tuvieron su debut previo en el marco del 47 Festival Internacional Cervantino.
Como parte del 47 Foro Internacional de Música Nueva Manuel Enríquez y del Circuito Cervantino, el concierto invita a un viaje auditivo explorando el concepto de migración, analizado desde diversas perspectivas individuales y artísticas.
“Considero que esto va más allá de un recital; es una introspección sobre el fenómeno migratorio a través de la sonoridad y el movimiento. Cada creadora expone su punto de vista sobre el tema, resultando en cinco enfoques muy distintos que, mediante el sonido, iluminan los motivos y los peligros inherentes a los éxodos”, señala Luis Manuel Sánchez.
Para el director, esta selección musical tiene una relevancia particular: “El arte trasciende cualquier barrera de género, nacionalidad o afiliación política; es un lenguaje universal de expresión. Resalto enormemente la importancia de dar a conocer el talento de cinco jóvenes creadoras, ya que en la actualidad, la calidad artística de una obra es lo que verdaderamente importa, sin importar quién la haya concebido”.
Entre las composiciones resaltan: “Etérea: Yoltéotl” de Sonia Rodríguez, cuya inspiración se centra en la naturaleza cambiante del ser humano; “A medio camino” de Paulina Monteón, un tributo a quienes atraviesan desafíos invisibles en su tránsito; y Citlalhumi de la veracruzana Estrella Cabildo, que evoca el peregrinaje del cangrejo azul entre manglares y el mar, simbolizando la fuerza vital para seguir adelante, alternando momentos de dramatismo y serenidad.
Por su parte, la obra de la colombiana Melissa Vargas, “Toda llegada es transitoria”, se inspira en el complejo escenario del Tapón del Darién. La compositora argentina Cecilia Pereyra concluye el programa con “Desplazados”, una pieza que aborda tanto las adversidades como las esperanzas que acompañan los movimientos migratorios.
“Una de las piezas reflexiona sobre las conexiones entre las personas, los lugares y la memoria, mientras que la otra narra un viaje que oscila entre la aspiración y los obstáculos”, detalla Luis Manuel Sánchez en su conversación con El Heraldo de México.
Además de su profunda carga temática, el programa se distingue por su audacia sonora, según explica el director de la OCBA.
“Muchas de estas composiciones exploran técnicas innovadoras, elementos escénicos y la integración de la tecnología. En una de ellas, los propios intérpretes interactúan con pistas reproducidas desde sus teléfonos móviles. Esto, para mí, representa una vanguardia absoluta”, comenta.
Considera que el mayor desafío reside en lograr que el público se sumerja plenamente en la experiencia. “Habrá instantes donde los sonidos evocarán la crudeza de la realidad, para luego dar paso a momentos de quietud y optimismo. La audiencia se enfrentará a una vivencia integral y profundamente humana”.
“La música contemporánea no se limita a ser mero entretenimiento; es una herramienta esencial para suscitar la reflexión sobre las problemáticas actuales. Tenemos la obligación de presentarle al público un espejo de su propia realidad”, afirma Sánchez, enfatizando el rol social del arte.
Concluye diciendo: “A través de Jóvenes compositoras, la OCBA ofrece una ventana a la música de vanguardia y una oportunidad para meditar sobre un fenómeno social de gran relevancia. Invito a todos a unirse a nosotros y ser parte de esta travesía sonora. Más que un concierto, es un espacio de diálogo entre la música, los movimientos migratorios y la empatía humana”.
