La celebración del Día de Muertos está cerca, una ocasión marcada por la vibrante gastronomía y la presencia de la comida más apreciada en la ofrenda. El pan de muerto destaca como un símbolo fundamental en los altares, representando la esencia de los que han partido y la dualidad entre la vida y la muerte.
Su diseño circular simboliza la perpetuidad de la existencia, mientras que las formas de huesos conmemoran a quienes nos dejaron. Cocinado habitualmente con esencia de azahar y cáscara de naranja, su perfume y sabor evocan la memoria, la pureza y la unión con nuestros seres queridos que regresan los días 1 y 2 de noviembre.
Por otro lado, la flor de cempasúchil es un emblema del astro rey, de la vitalidad y de la iluminación que orienta a las almas desde el más allá. Su tonalidad dorada y su aroma penetrante emulan los rayos solares que despejan el camino de los fallecidos hacia sus altares. Consecuentemente, sus pétalos se disponen en senderos, arreglos y ofrendas, trazando el recorrido espiritual que une el mundo de quienes viven con el de quienes partieron.
¿Dónde degustar helado de pan de muerto y flor de cempasúchil en la Ciudad de México?
Esta conmemoración también puede vivirse a través de postres, y Meyvi Helados ejemplifica esta fusión al reimaginar dos de los íconos más arraigados de esta tradición: el pan de muerto y la flor de cempasúchil.
La heladería, con más de una década deleitando paladares en la Ciudad de México, se ha consolidado como uno de los negocios artesanales más distinguidos de la urbe. Meyvi Helados cuenta con diversas ubicaciones en Polanco, Lindavista, Nueva Azcapotzalco, Coapa y el Centro Histórico, manteniendo siempre como sello distintivo los sabores estacionales y la elaboración artesanal.
Durante el otoño, Meyvi presenta dos propuestas de sabor únicas, disponibles hasta el 20 de noviembre. Si bien estas son las más solicitadas, también es posible disfrutarlas en formatos como cono, copa, crepa, malteada o incluso un batido:
Helado de pan de muerto: Una base suave y rica, con matices de mantequilla, ralladura de naranja y un sutil toque de azahar, que rememora el sabor del pan tradicional sin necesidad de consumirlo en su forma original.
Helado de flor de cempasúchil: Creado a partir de una infusión natural de pétalos de cempasúchil, este helado ofrece un perfume floral y un gusto ligeramente cítrico, acompañado de un intenso color anaranjado. Su propuesta es refrescante, sofisticada y claramente conectada con los altares de la festividad.
Meyvi no se limita a estos dos sabores, ya que su oferta se renueva constantemente con sabores que varían con las estaciones, incluyendo opciones frutales en primavera, más cálidas o con especias en invierno, y en esta temporada de otoño, los dos sabores más emblemáticos. En cuanto a los precios, se estima que los sabores habituales parten de alrededor de 45 pesos por una porción individual; los sabores de temporada (como pan de muerto o cempasúchil) tienen un costo de 50 pesos la porción sencilla y 80 pesos la doble.
Ubicaciones de TODAS las tiendas de Meyvi Helados | MAPA
Este año, en la capital del país, el sabor de la conmemoración se transforma en helado. La heladería Meyvi se convierte en un espacio donde la cultura, la tradición y la innovación se unen en una copa o crepa.
Al degustar el helado de pan de muerto, se evoca el recuerdo del pan recién horneado, de las reuniones familiares, del altar iluminado; mientras que al probar el helado de cempasúchil, se siente la esencia de la flor que guía a los difuntos, se percibe un vibrante tono anaranjado que adorna la mesa y una frescura que complementa la solemnidad del recuerdo.
Más allá de ser un simple antojo, esta propuesta fortalece la identidad, permitiendo “saborear” la tradición, darle una nueva perspectiva y disfrutarla de una forma innovadora. Un helado que no solo refresca, sino que narra una historia, fomenta la memoria y enlaza sabores populares con expresiones culinarias contemporáneas.

