Bancos Anticipan Cambios Fiscales: ¿Qué Implica la Eliminación de Carteras de Clientes Morosos?
El Paquete Económico para 2026 trae consigo una modificación significativa en la forma en que las instituciones de crédito manejan sus carteras, lo que podría tener un impacto directo en cómo los bancos gestionan a sus clientes. La nueva disposición sobre la deducción de créditos incobrables está impulsando a los bancos a ser más proactivos en la depuración de sus carteras, especialmente aquellas con clientes que no han pagado.
Nuevas Reglas para Créditos Incobrables: El Impulso a la Eficiencia Bancaria
Tradicionalmente, las instituciones financieras han enfrentado procesos complejos y prolongados para deducir las pérdidas de créditos que no han podido recuperar. Sin embargo, el Paquete Económico de 2026 introduce un cambio crucial en este aspecto. Este ajuste busca simplificar el proceso, pero a la vez, se espera que incentive a los bancos a ser más rigurosos en la evaluación y gestión de sus carteras de préstamos.
¿Por Qué los Bancos Quieren Eliminar Carteras de Créditos “Echados a Perder”?
La principal motivación detrás de esta tendencia a eliminar carteras de clientes que no pagaron radica en la prevención de lo que se denomina una “batalla engorrosa con el sistema judicial”. Los procesos de cobranza judicial pueden ser largos, costosos y, en muchos casos, infructuosos. Con las nuevas reglas fiscales, el incentivo para evitar estas situaciones se vuelve aún mayor.
Los bancos, al anticipar estas modificaciones, están reevaluando la rentabilidad y el riesgo asociado a clientes con historial de impago. Esto no significa necesariamente una exclusión automática, sino una gestión más estricta y un análisis más profundo de la viabilidad de mantener en sus libros a aquellos prestatarios que consistentemente incumplen sus obligaciones financieras.
El Futuro de la Relación Banco-Cliente: Mayor Selectividad y Responsabilidad
La anticipación de estas reformas fiscales sugiere un futuro donde los bancos serán más cautelosos en la aceptación de nuevos clientes. La evaluación de riesgo se tornará más detallada, buscando identificar desde el principio aquellos perfiles que podrían representar un alto riesgo de impago.
Este escenario pone de relieve la importancia de la responsabilidad financiera tanto para las instituciones como para los individuos. Para los clientes, significa la necesidad de mantener un historial crediticio saludable y cumplir con los compromisos adquiridos. Para los bancos, representa la oportunidad de optimizar sus operaciones, reducir costos y fortalecer su solidez financiera, al tiempo que se enfocan en ofrecer productos y servicios a un público más comprometido.
¿Cómo Afecta Esto a los Clientes?
Aunque la noticia pueda generar cierta inquietud, es fundamental entender que el objetivo primordial es fortalecer el sistema financiero. Los clientes que cumplen puntualmente con sus pagos no deberían verse afectados negativamente. Por el contrario, un sistema bancario más eficiente y robusto beneficia a todos los usuarios.
Es probable que se observe un énfasis renovado en la educación financiera y en la oferta de herramientas y asesoramiento que ayuden a los clientes a gestionar mejor sus deudas y a evitar caer en situaciones de impago. La transparencia en los procesos de evaluación y las políticas de crédito será clave para mantener la confianza entre bancos y clientes.

