Si bien los felinos domésticos a menudo se asocian con la tranquilidad y la autosuficiencia, quienes comparten su vida con ellos conocen su tendencia a ser muy activos durante las horas de oscuridad. Esta característica se remonta a sus ancestros salvajes, quienes utilizaban el crepúsculo y el amanecer para sus actividades de caza. Según la etóloga Marta Sarasú de ExpertoAnimal, este comportamiento innato se manifiesta incluso en los hogares modernos, llevando a los gatos a buscar juego, vocalizar o incluso saltar sobre sus dueños mientras estos descansan. Reconocer esta necesidad natural en lugar de interpretarla como una simple molestia es fundamental para gestionarla eficazmente.
Además de su instinto predatorio, diversos factores pueden contribuir a la agitación nocturna de un gato. La edad juega un papel importante, siendo los ejemplares más jóvenes naturalmente más propensos al juego y a demandar atención. La falta de estímulos adecuados durante el día, el aburrimiento, la sensación de hambre o incluso el estrés pueden ser desencadenantes. Como señala ExpertoAnimal, los gatos requieren un entorno estimulante que incluya juguetes, elementos para trepar y superficies para rascar. Si un gato pasa el día inactivo o solo, es probable que busque interacción cuando cae la noche.
Marta Sarasúa, veterinaria y etóloga, explica que si bien no existen soluciones instantáneas para calmar a un gato durante la noche, sí hay métodos eficaces. Recomienda establecer rutinas de juego durante el día para que el animal pueda descargar energía antes de dormir. Es crucial asegurarse de que el comedero, el bebedero y la caja de arena estén limpios y accesibles antes de ir a la cama, ya que la incomodidad por hambre, sed o suciedad puede generar ansiedad. Asimismo, proporcionar un refugio seguro, cálido y tranquilo, alejado de ruidos o corrientes de aire, favorece la relajación del felino.
Cuando la actividad nocturna es persistente, se pueden considerar el uso de productos naturales y feromonas sintéticas. ExpertoAnimal sugiere opciones como difusores de feromonas felinas, que emiten señales químicas tranquilizadoras para reducir el estrés en el ambiente. La música suave o suplementos relajantes, siempre bajo supervisión veterinaria, también pueden ser útiles. Es importante recordar que la modificación de hábitos requiere tiempo y paciencia, permitiendo que el gato se adapte gradualmente a un nuevo ciclo de actividad.
Si, a pesar de aplicar estas recomendaciones, el gato continúa mostrando inquietud o interrumpiendo el descanso de forma habitual, es aconsejable buscar ayuda profesional. La etóloga de ExpertoAnimal enfatiza la importancia de consultar con un veterinario para descartar cualquier causa médica subyacente, como dolor o enfermedades. Si no se detectan problemas de salud, un etólogo felino podrá evaluar el entorno y proponer estrategias personalizadas. Con el apoyo adecuado, es posible lograr un equilibrio energético en el gato y restablecer la tranquilidad nocturna en el hogar.
