Las fuerzas de seguridad del gobierno confirmaron el arresto de Rigoberto “N”, también conocido como “El Pantano”. Se le señala como uno de los presuntos implicados en el homicidio de Bernardo Bravo, quien era el dirigente de los productores de limón en la zona de Apatzingán.
Según los datos iniciales, “El Pantano” fue aprehendido por elementos federales en el área de Apatzingán. Junto a él, también fueron detenidas varias personas involucradas en actividades ilícitas dentro de esa demarcación.
Las autoridades señalan a “El Pantano” como uno de los cabecillas del grupo delictivo llamado Los Blancos de Troya, cuya función principal era la recaudación de cuotas forzadas. Este grupo opera como el brazo armado del cártel de Los Viagras, manteniendo una colaboración con el Cártel Jalisco Nueva Generación. Actualmente, ambas facciones operan bajo la denominación de Cártel Michoacán Nueva Generación.
Entre los objetos encontrados en posesión de Rigoberto “N” se encontraban dos credenciales de conductor y una identificación que lo acreditaba como integrante de la Asociación de Citricultores del Valle de Apatzingán, organización encabezada por Bernardo Bravo.
Las indagaciones iniciales sugieren que la noche del domingo, Bravo, de 41 años, fue secuestrado por un grupo de delincuentes en un área cercana al centro del municipio. Posteriormente, fue trasladado a la localidad de Cenobio Moreno, conocida también como Colonias, donde fue sometido a tortura hasta provocar su fallecimiento.
Finalmente, alrededor de las 21:40 horas, los perpetradores abandonaron la camioneta de Bernardo, con el cuerpo de la víctima en su interior, en el camino que conduce a la comunidad de Los Tepetates, lugar donde fue descubierto en la mañana.

