La adquisición de un hogar es un desafío económico importante para muchos mexicanos. Para facilitar este proceso, existen iniciativas gubernamentales diseñadas para apoyar a quienes aspiran a ser propietarios. Una de estas opciones es el programa de recuperación de propiedades del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), que facilita el acceso a inmuebles a precios reducidos.
El Infonavit informa que anualmente un número considerable de residencias son desocupadas o devueltas al instituto debido a la imposibilidad de sus dueños para cubrir los pagos del crédito hipotecario. El instituto ha implementado un programa para rescatar estos inmuebles, renovarlos y ofrecerlos a costos accesibles, brindando una oportunidad de adquirir una vivienda a un precio ventajoso.
Estas propiedades provienen de créditos hipotecarios previamente otorgados por el Infonavit y que, por diversos motivos como impago, abandono o incumplimiento contractual, regresaron a manos del instituto. Una vez completado el proceso legal, el Infonavit se hace cargo del inmueble, lo restaura y lo integra a su Programa de Regeneración Comunitaria, cuyo objetivo va más allá de la venta de casas; busca también revitalizar áreas afectadas por la desocupación.
El programa incluye trabajos de mejora, saneamiento y, en ocasiones, reconstrucción, para que las residencias recuperadas sean aptas para habitar. Posteriormente, estas casas se ponen a la venta a través de subastas o acuerdos con agencias inmobiliarias autorizadas, permitiendo su comercialización hasta un 30 % por debajo de su valor de mercado.
¿Cómo conseguir una propiedad recuperada?
Es importante destacar que el Infonavit no comercializa directamente al público las propiedades recuperadas. En su lugar, colabora con socios privados, agencias inmobiliarias o desarrolladores que participan en el programa de regeneración. Estas entidades se encargan de la renovación de los inmuebles y de su puesta a disposición de compradores interesados.
Las personas que deseen adquirir una residencia de este tipo pueden hacerlo de las siguientes tres maneras:
- Visitar los Centros de Servicio Infonavit (CESI) para obtener información sobre las propiedades disponibles y los programas vigentes.
- Explorar portales inmobiliarios que ofrezcan inmuebles del Infonavit; muchos de ellos publican listados bajo las categorías “casas recuperadas” o “viviendas en remate”.
- Contactar a las desarrolladoras que forman parte del programa, las cuales suelen disponer de catálogos con las residencias incluidas.
Aunque no existe un registro nacional público de todas las residencias en remate, cada delegación del Infonavit mantiene bases de datos actualizadas de las propiedades en su jurisdicción.
¿Cuál es el costo de estas casas?
Las residencias rehabilitadas pueden comercializarse con descuentos de entre el 20 % y el 30 %, lo que representa una diferencia considerable en comparación con el precio de una vivienda nueva. Adicionalmente, los compradores pueden emplear su crédito Infonavit para financiar la adquisición e incluso destinar una parte del financiamiento a trabajos de reparación o mejora.
Asimismo, las transacciones se llevan a cabo bajo la supervisión del Infonavit, asegurando un proceso transparente y la correcta documentación de las propiedades. Antes de su venta, cada inmueble es sometido a una evaluación técnica para garantizar su habitabilidad.
Para adquirir una propiedad recuperada, los interesados deben cumplir con ciertos requisitos básicos:
- Ser un trabajador con derechos activos en el Infonavit.
- Disponer de una precalificación vigente que establezca el monto de crédito disponible.
- Contar con la orientación de una agencia inmobiliaria o un inversor autorizado.
- Presentar la documentación completa requerida (identificación oficial, comprobantes laborales y de ingresos).
- Verificar el estado físico y legal del inmueble previo a la firma del contrato.
En ciertas circunstancias, las residencias se ofrecen bajo un esquema de arrendamiento con opción de compra, particularmente si los inmuebles aún necesitan trabajos de restauración. Esto permite a las familias ocupar la casa mientras cubren una cuota mensual que se descuenta posteriormente del precio total.
