La crásula ovata es muy apreciada en el ámbito de la decoración por diversas razones. En primer lugar, es una especie ideal para quienes se inician en el cuidado de plantas, destacando por su notable resistencia. Adicionalmente, y de gran relevancia, es comúnmente denominada la ‘planta del dinero’ en la tradición china, lo que le confiere un simbolismo asociado a la prosperidad.
Desde la perspectiva del Feng Shui, situarla cerca de una ventana fomenta la atracción de riqueza y abundancia económica. Su ubicación estratégica en la entrada principal de un hogar o en un recibidor se asocia con la promoción de un flujo positivo de energía y buena fortuna para el espacio, ya sea un domicilio, un local comercial o una empresa. A pesar de ser una de las especies más longevas, es susceptible a la deshidratación y al marchitamiento.
Ante esta situación, se propone una técnica sencilla y doméstica para prevenir su deterioro. Si observas que las hojas adquieren una textura rígida y un tono pardo, se recomienda aplicar un riego por inmersión para hidratar la planta en profundidad. Para ello, necesitarás un recipiente de mayor tamaño que la maceta, llenarlo de agua y sumergir la planta durante varios minutos.
Para asegurar la eficacia de este método, es importante observar la aparición de burbujas; su presencia indica que el agua está siendo absorbida por las raíces. Una vez que las burbujas dejen de surgir, retira la planta del recipiente y ten paciencia hasta que muestre signos de recuperación. Si el tratamiento resulta exitoso, procura mantener un control periódico de su estado y del nivel de humedad para evitar que el problema se repita.
Finalmente, algunos especialistas sugieren nutrir la planta de jade con un fertilizante soluble en agua una vez al mes, al inicio de cada estación, ajustando la dosis según las indicaciones del producto. Complementariamente, una poda ligera puede contribuir a mantener la salud del ejemplar.
